“Sostenemos como evidentes estas verdades: que todos los hombres son creados iguales; que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre estos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad.”

Esta es una de las frases clave de la Declaración de la Independencia de los Estados Unidos, una frase resuena especialmente en un día como hoy. Hoy, la Corte Suprema de los Estados Unidos revocó el fallo Roe c. Wade, lo cual habilita a los estados a decidir sobre la protección de la vida de las personas por nacer.

En la Sesión Legislativa 87°, Texas aprobó la Ley de Protección de la Vida Humana anticipando este día histórico. Me siento honrada de haber sido autora del proyecto en el Senado junto con el representante Capriglione en la Cámara Baja. Los texanos han hablado: ¡apoyamos la vida!

La decisión de la Suprema Corte de hoy es la respuesta a una plegaria que rezamos yo y muchos otros hace décadas. Como hija adoptiva, contemplo a la vida humana desde una perspectiva muy personal. Mi vida comenzó como resultado de un embarazo no planeado, y estoy muy agradecida a mi mamá biológica por haber optado por la vida. La decisión de la Corte Suprema, en conjunto con la Ley de Protección de la Vida Humana, fomenta la dignidad humana al permitir que los ciudadanos de Texas opten por salvar la vida de los texanos por nacer.

Deuteronomio 30:19 dice: “Les he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivan tú y tu descendencia”.

Bendiciones,

Angela Paxton

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