La Constitución de Texas permite que la Cámara de Representantes trace artículos acusatorios en un juicio político y los envíe al Senado de Texas, que debe juzgar de forma imparcial cada artículo presentado ante él. En los últimos meses, el Senado de Texas se preparó para cumplir su deber. Como senador estatal por el Distrito Senatorial 26, tuve que revisar de forma imparcial las pruebas, escuchar los argumentos presentados y votar para garantizar que se proteja al público y se conserve la integridad del gobierno estatal, la base de nuestra democracia.

Como integrante del Senado, en el Tribunal Senatorial del Juicio Político, la Constitución nos asigna la pesada tarea de garantizar que revisemos de forma imparcial todas las pruebas que se nos presenten. Al ocupar un cargo como funcionario electo o integrante de un equipo de un funcionario electo, debemos garantizar que la confianza, la integridad y el bienestar del público siempre estén primero. El coraje y la valentía de los denunciantes son características que deberíamos desear para todas las personas sirven al público. Si bien no estoy de acuerdo con todas las opiniones de los denunciantes, estas personas pusieron al estado de Texas por encima de todo lo demás cuando hicieron una denuncia en buena fe a las autoridades correspondientes. Cuando una persona se gana la responsabilidad de un funcionario público, deberíamos esperar y desear que sostenga los valores del pueblo y su deber hacia este por encima de los intereses partidarios y el poder. Los cargos electos no les pertenecen a quienes los ocupan, sino al pueblo. Ocupamos el cargo de forma temporaria. Las decisiones que tomemos durante nuestra tenencia del cargo, en especial durante este histórico Tribunal del Juicio Político, guiarán la trayectoria de nuestro gobierno, nuestra democracia y cómo estos funcionan para el pueblo.

En el juicio político al fiscal general Warren Kenneth Paxton, Jr., se presentaron veinte artículos acusatorios ante el Senado de Texas y se juzgaron dieciséis. La fiscalía de la Cámara de Representantes presentó 3,000 páginas de documentos y 7 días de testimonios. Además, cada denunciante que declaró como testigo brindó pruebas clave que respaldaban estos artículos. Me impactó que a lo largo de este juicio se hiciera burla a varios empleados públicos, incluido un condecorado ranger de Texas.

Es importante destacar que el Tribunal del Juicio Político no es un tribunal civil ni uno penal. La Cámara de Representantes no tiene la responsabilidad de entregarle al Senado cada una de las pruebas que exista. En vez de esto, Representantes debe probar por fuera de toda duda razonable que el fiscal general violó su juramento al cargo y realizó las acciones descriptas en los artículos del juicio. Luego de una revisión minuciosa, voté a favor de un veredicto condenatorio, ya que la fiscalía de la Cámara de Representantes superó la gran carga de la prueba por fuera de toda duda razonable.

Estoy sumamente decepcionado con el resultado de este juicio. Antes del juicio y en su transcurso, hubo presiones provenientes de fuerzas externas sobre los miembros del jurado que impidieron que votaran de forma imparcial. Luego de revisar las pruebas con mucho detenimiento, considero que la absolución de todos los artículos del juicio político avala las acciones de moral quebrantada de Warren Kenneth Paxton, Jr. Además, se envía un mensaje a futuros denunciantes de que su valentía podría no conllevar a la justicia. El capítulo final de esta decisión no está escrito, y creo que este resultado se interpretará como un grave error.

La confianza en nuestras instituciones gubernamentales deriva de un sistema de controles y contrapesos necesarios para garantizar que quienes ocupen posiciones de autoridad trabajen por el bien del pueblo. A futuro, es mi deseo y plegaria que no nos encontremos en circunstancias parecidas, pero que, si lo hacemos, se ponga al pueblo de Texas primero, ya que esa será la única forma de garantizar que el gobierno funcione en nombre del pueblo y la democracia.

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