DE DIFUSIÓN INMEDIATA
25 de enero de 2022
214-467-0123
por Royce West
Senado de Texas
Un mes después del inicio del año, tiene carácter de advertencia, sino de problema, que una gran parte de la energía política estadounidense se siga invirtiendo en los hechos que rodearon las elecciones presidenciales de 2020, incluso la elección misma. Esos hechos fueron tan traumáticos y peligrosos para nuestra democracia que es difícil e imprudente hacerlos a un lado sin resolverlos.
Por razones múltiples, los resultados de las elecciones presidenciales no se pudieron anunciar hasta pasados cuatro días del Día de las Elecciones, el 3 de noviembre. Las encuestas indican que entre un 40 y un 70 por ciento de los republicanos todavía se niegan a reconocer que Joseph R. Biden fue electo presidente de los Estados Unidos. También está el hito turbio y vergonzoso del 6 de enero, cuando “visitantes” de la capital de la nación trataron de interrumpir afuera de forma violenta el traspaso pacífico de mando, mientras que adentro, en los pasillos del Congreso, se gestaba un complot para revocar los resultados de un conteo válido del Colegio Electoral. Hay un partido que no considera que el ataque violento merezca ser investigado. Y si bien el otro hace presión para que esto ocurra, se enfrenta a una oposición interna y externa.
Pero ahora estamos en 2022 y en pocas semanas tendrá lugar el primer evento del ciclo de elecciones de medio término. En Texas, el lunes 31 de enero de 2022 es el último día para registrarse para votar en las elecciones primarias del 1 de marzo. La votación temprana en persona empieza dos semanas después, el 14 de febrero. Así es, el Día de San Valentín, (¡a mostrar ese amor!). La votación temprana en persona termina el viernes 25 de febrero.
Hay una fecha en ese lapso que nos retrotrae al embrollo que rodea las elecciones de 2020. El 18 de febrero es el último día para solicitar una papeleta para votar por correo en Texas y completar el proceso antes del 1 de marzo. El voto por correspondencia fue la herramienta que utilizó el expresidente y candidato perdedor de las elecciones de 2020 para sembrar discordia y desconfianza en el proceso electoral a nivel país.
Las acusaciones de que hubo votos por correo fraudulentos conllevaron a que se hicieran recuentos en varios estados, Texas incluido, lo cual derivó en que el partido perdedor de las elecciones presidenciales, y luego ambas de cámaras del Congreso, llevara adelante una cruzada para promulgar legislación que reforme el proceso electoral. No obstante en tribunales de todo el país se desestimaron las supuestas denuncias de fraude electoral masivo. Es más, resulta muy curioso que en Texas hagan falta reformas electorales cuando el partido mayoritario no pierde una elección estatal hace casi 30 años.
En este caso, la Legislatura de Texas finalmente aprobó la medida SB1 en la segunda sesión extraordinaria de la Legislatura en 2021. Los proyectos de reforma electoral fueron la principal razón por la que ambos partidos políticos concluyeron furiosos la sesión ordinaria: uno de ellos rompió el quórum y el otro convocó a sesión extraordinaria. Los proyectos de ley de reforma electoral son temas centrales del estancamiento político actual en Washington D.C. La SB1 es el motivo por el que algunos votantes, tanto demócratas como republicanos, deben tomar algunas medidas adicionales para asegurarse de que su voto cuente.
Además de los nuevos procedimientos que se aplican ahora a toda persona que quiera votar por correo, conforme a la SB1, quien se registre para votar por primera vez en Texas este año debe revisar con atención que la solicitud que llene sea la versión nueva, que se emitió cuando la SB1 se convirtió en ley. En las últimas semanas, los departamentos electorales de los condados interpretaron de distinta manera la validez o no de las solicitudes anteriores.
La SB1 elimina y convierte en delito la mayoría de las medidas que se implementaron en algunos condados de Texas, como el de Harris, cuando los votantes tenía que elegir entre ejercer el derecho al voto y la posibilidad de exponerse a un coronavirus fatal varios meses antes de que se ofreciera una vacuna que salva vidas y que, ahora, también está politizada.
La nueva ley elimina las urnas de depósito de papeletas que se usaron en Dallas y otros condados. Ahora, si un votante completa una papeleta de voto por correo, pero después elige llevarla en persona, tiene que entregarla en mano a un trabajador electoral. Este debe registrar el nombre del votante, quien a su vez debe firmar y presentar una identificación válida.
La SB1 elimina los lugares de votación abiertos 24 horas y al aire libre, temporarios y móviles. Los comicios disponibles para votación temprana no pueden abrir antes de las 6:00 a.m. y no pueden cerrar después de las 10:00 p.m. Además, los trabajadores electorales solo pueden alcanzarles la papeleta al auto para que voten desde allí a los a los votantes mayores con discapacidad.
Históricamente, las organizaciones cívicas e iglesias han ayudado a los votantes al ofrecer traslado en autobús o camioneta hasta los comicios. Según la nueva ley, quien transporte a siete o más votantes a un comicio debe completar y firmar un formulario cuando los votantes no tengan relación con el conductor.
En los años que antecedieron las elecciones de 2020, los republicanos hacían uso del voto por correo (también llamado voto en ausencia) más que los demócratas. Ahora los malos perdedores demonizan este método. Conforme a la SB1, hay que agregar información adicional a la solicitud del voto por correo y al sobre que la contiene. Ciertos datos, como el número de la licencia de conducir o ciertos números del seguro social tienen que coincidir con el dato que se usó cuando el votante se registró para votar o para recibir el voto por correo. De lo contrario, la solicitud podría ser rechazada.
En las últimas semanas, las noticias hicieron hincapié en la cantidad de solicitudes de voto por correo que se rechazaron a lo largo del estado. En el condado de Travis, se rechazaron “casi la mitad” de las 700 solicitudes que se recibieron en ese entonces. El condado de Collin informó que se rechazó el 20 por ciento de las solicitudes por el tema de la identificación. El condado de Dallas notificó que se rechazaron un 40 por ciento de las solicitudes porque los solicitantes enviaron versiones viejas del formulario. El verano pasado, la oficina de la Secretaría del Estado informó que cientos de miles de archivos de registro de votantes carecían o bien del número de la licencia de conducir o bien del número de seguridad social o ambos. Se comunicó que desde entonces estas cifras fueron bajando.
Con el 1 de marzo cada vez más cerca, la pregunta que surge es ¿cuántos de estos problemas con las solicitudes se podrán solucionar? Aliento a los votantes a que no esperen a último momento para conocer la respuesta.
Además, sería un excelente momento para que el gobernador Abbott, al reconocer que hay problemas en procurar suficientes solicitudes que cumplan con las estipulaciones de la SB1, emita un decreto ejecutivo que autorice el REGISTRO DEL VOTANTE EN LÍNEA. Sinceramente creo que sería lo mejor para los sufragantes del estado de Texas.
###