DE DIFUSIÓN INMEDIATA
Julio 2, 2015
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DALLAS - Texas salió en titulares nacionales, irónicamente justo un 19 de junio, cuando la Corte Suprema de Estados Unidos reafirmó la votación unánime del Departamento de Vehículos Motorizados de Texas en 2011 rechazando una solicitud del grupo Hijos de Veteranos Confederados-División Texas para una placa vehicular con la bandera de guerra de la Confederación. Sin embargo, son los Hijos de Veteranos Confederados quienes se quejan de que sus derechos de la Primer Enmienda han sido menoscabados.
En su decisión, la Corte dispuso que el estado puede prohibir la creación de placas vehiculares con mensajes que no promueve. Yo estoy de acuerdo con esta decisión de la corte suprema, igual que la mayor parte de las personas que han hecho comentarios desde que se anunció el fallo. Es difícil para la mayoría de los afroamericanos, especialmente aquellos con raíces en el sur, ver imágenes relacionadas a la Confederación y no asociarlas con la esclavitud, el sometimiento, el asesinato y odio racial.
Los Hijos de Veteranos Confederados dicen ahora consistentemente, como lo hacen desde el 2009, que estas placas vehiculares no tienen nada que ver con la esclavitud o la raza. El propósito que aducen es preservar la memoria del valor de sus ancestros en la Guerra Civil. ¿Pero cómo se puede separar una cosa de la otra? ¡Especialmente cuando un grupo racista tras otro ha adoptado esta bandera de guerra como símbolo de su causa!
Desafortunadamente, hubo un recordatorio lleno de odio solo dos días antes en Charleston, Carolina del Sur, cuando otro tirador trastornado eligió como objetivo una iglesia históricamente negra, en su reunión de estudios bíblicos el miércoles a la noche, asesinando a mansalva a nueve víctimas inocentes, incluyendo el pastor, un senador estatal de Carolina del Sur. El día siguiente al de su captura, investigadores policiales difundieron fotos que había publicado el asesino en redes sociales mostrándolo con la bandera de guerra de la Confederación, y más de 50 fotos de su visita a lugares de temática confederada. El asesino de 21 años también tenía una placa de la Confederación en su vehículo.
Aunque la página electrónica del grupo de herencia Confederada dice que: “la preservación de las libertades fue el factor motivante en la decisión del Sur de luchar en la Segunda Revolución Americana”, la historia demuestra que esa causa de libertad excluía a los esclavos negros. En su Declaración de Secesión firmada el 2 de febrero de 1861, el autor declaró que la “doctrina de igualdad para todos los hombres” en la Unión es “una doctrina en guerra contra la naturaleza, en oposición a la experiencia humana y en violación de las más básicas revelaciones de la Ley Divina”.
Escribiendo por la mayoría, el Juez de la Corte Suprema Stephen Breyer dijo que emitir las placas vehiculares de la Confederación equivaldría a una “expresión del gobierno”, lo que no está protegido por el derecho a la libertad de expresión de la Primer Enmienda. “En asuntos generales”, escribió Breyer, “cuando el gobierno se manifiesta es para promover una normativa o tomar una posición”. Breyer también expresó: “La persona que exhibe un mensaje en una placa vehicular de Texas posiblemente intenta transmitir al público que el Estado apoya ese mensaje”.
En el 2011 me uní a otros funcionarios electos, incluyendo a miembros del Congreso, los diputados Shelia Jackson Lee y Al Green, la diputada de la cámara baja de Texas Senfronia Thompson, mi colega el Senador Rodney Ellis y otros, para declarar en contra de la emisión de placas vehiculares de la Confederación, en una audiencia del Departamento de Vehículos Motorizados. “¿Porqué querríamos, como tejanos, que se nos recuerde un sistema de segregación y represión sancionado por el estado?”, pregunté ante el panel.
La decisión de la corte suprema por 5 a 4 significó un valor añadido en otro aspecto: es una de esas raras veces en que estoy de acuerdo con el voto emitido por el Juez Clarence Thomas.
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