DE DIFUSIÓN INMEDIATA
Julio 22, 2009
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Recientemente, me conmovió profundamente un artículo en The Dallas Morning News sobre Ashley Hernández, una niña de diez años que vive en un complejo de apartamentos en Pleasant Grove, el que carece de aire acondicionado o tiene muy poco en muchas de sus unidades.
“Tenemos que lavarnos antes de ir a la cama o no podemos dormir”, dijo. La niña también describió cómo su madre tiene que bañar a su hermanita cinco veces al día para calmar el llanto del bebé.
Los veranos tremendamente calurosos de Texas cobran numerosas vidas todos los años. Muchas de esas víctimas son niños pequeños o ancianos. En estados como el nuestro que sufre de extremo calor de manera rutinaria, esto es sin lugar a dudas un tema de habitabilidad, salud y seguridad.
Durante las dos sesiones pasadas he servido como presidente del Comité Senatorial de Relaciones Intergubernamentales (IGR). La mayoría de los asuntos relacionados con viviendas y la relación entre el propietario e inquilinos son referidos a IGR, incluyendo temas de habitabilidad, salud y seguridad de inquilinos. Aunque estos temas no suelen generar espacio en primeras planas como los de vialidad o educación, son igualmente o más importantes.
Varios accidentes trágicos que se dieron nos llevaron a examinar leyes estatales referentes a la salud y seguridad de las propiedades de apartamentos. Solo en Houston, dos niñas resultaron electrocutadas por un transformador sin protección, dos niños murieron bajo una escalera que se derrumbó y un pequeño se ahogó en una alberca estancada que no estaba cercada. Todas estas propiedades habían sido citadas por varias infracciones relativas a salud, seguridad y estructura.
El comité halló que no existe entidad con responsabilidad para tratar estos problemas de habitabilidad, así que, mayormente, la carga recae en nuestras municipalidades.
Hace unos años, Dallas inició una enérgica campaña que produjo órdenes judiciales de reparación y mejora en muchas propiedades de apartamentos de un nivel insuficiente. Este tipo de esfuerzo, sin embargo, requiere una amplia inversión financiera de municipalidades que tienen hoy poca disponibilidad de fondos.
La ley actual permite a los inquilinos pagar el costo de las reparaciones y deducir gradualmente esos gastos de futuros pagos de renta. Este método no beneficia a la mayoría de los inquilinos que no pueden financiar personalmente las reparaciones. Además los fuerza a sufrir semanas de demora y un largo proceso de notificación antes de empezar esta estrategia de “reparar y deducir”.
Como vimos este mes en Pleasant Grove, un inquilino también puede dirigirse a la corte del condado o distrito para solicitar una “Orden de reparación” por infracciones de salud y seguridad. Pero para las familias que no pueden pagar un abogado, ésta tampoco es una opción viable.
Yo pienso que los inquilinos deberían poder tratar estos problemas. Es por eso que introduje la medida SB 1448 durante la reciente sesión legislativa.
La SB 1448 permitirá ahora a los inquilinos presentar querellas por reparaciones en cortes locales de Juez de Paz, por un pequeño costo y en algunos casos gratuitamente. La medida extiende la autoridad de las cortes para emitir Ordenes de Reparación por hasta $10,000.
También descubrimos una brecha en la ley, que hace casi imposible que municipalidades y condados entreguen notificaciones legales por infracciones de salud y seguridad en muchas propiedades de apartamentos. Para corregir este problema, introduje la SB 1945. Esta permitirá a los agentes entregar los avisos al administrador de la propiedad, cuando no se puedan entregar al propietario.
Finalmente, mi SB 1715 requiere a los propietarios instalar detectores visuales de humo para inquilinos con sordera total o parcial. La ley estatal ya requiere detectores audibles de humo, pero ha habido algunas consecuencias trágicas cuando inquilinos sordos no reciben la misma protección. La medida lleva el nombre de Sephra Burks, quien murió con sus dos hijos pequeños al incendiarse su apartamento en Dallas.
Todas estas medidas cuentan con el apoyo de la Asociación de Apartamentos de Texas. Las tres fueron promulgadas en ley y entran en vigor el 1º de enero de 2010.
Son consistentes con mi convicción de que las familias de Texas deberían tener un lugar seguro, digno y económico donde vivir.
¡Aguanta Ashley! Hay ayuda en camino.
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