DE DIFUSIÓN INMEDIATA
Mayo 28, 2011
(512) 463-0121
“Yo voté en contra de la medida de asignaciones (HB 1) porque no refleja los valores de las familias de Texas y porque tendrá un grave, prolongado y negativo efecto en nuestro querido estado.
Texas está en una encrucijada: el acceso a una buena educación pública y superior es crítico para mantener la competitividad económica de nuestro estado. Para cubrir las demandas de empleadores y educar a nuestra rápidamente creciente población, debemos reforzar nuestro compromiso hacia la educación superior, especialmente cuando todo dólar invertido en la educación superior produce hasta $18 para la economía de Texas.
El presupuesto del estado formalizado hoy, sin embargo, tiene un faltante de más de $960 millones para la educación superior y $4 billones menos en la educación pública.
En un momento cuando deberíamos estar ampliando el acceso a las universidades, este presupuesto reduce drásticamente los programas de asistencia económica, especialmente para estudiantes de bajos ingresos. Como resultado, 28,700 estudiantes menos de bajos recursos recibirán las Becas TEXAS (un recorte del 27 por ciento), y el programa B-on-Time, que promueve la graduación puntual y el éxito estudiantil, asistirá al 30 por ciento menos de los estudiantes. Aún el presidente del Comité Senatorial de Finanzas fue citado en el Dallas Morning News diciendo: “el presupuesto va a dificultarle a la gente pobre ir a la universidad”.
En el 2005, la Legislatura y la Junta Coordinadora de Educación Superior de Texas comenzaron una importante iniciativa llamada Cerrando Brechas para el 2015, que intentaba cerrar las brechas en la participación estudiantil, el éxito estudiantil, la excelencia e investigaciones. En vez de llevar a Texas más cerca de estas cuatro metas, este presupuesto hace casi imposible lograrlas. En vez de cerrar las brechas, las amplía aún más y pone a la universidad lejos del alcance de miles de familias de bajos ingresos en Texas.
Por primera vez en la memoria, el presupuesto fue inicialmente aprobado por ambas cámaras de la legislatura en un voto dividido por partido, después de que la mayoría de los demócratas fueran aislados del proceso.
Algunos republicanos ignoraron nuestra preocupación y nos acusaron de ‘asustar a los tejanos’ innecesariamente, pero este presupuesto es realmente de temer.
Es increíble que corte programas de salud y servicios sociales que ahorrían dinero al estado a largo plazo. Entre los programas recortados están el UT Community Outreach Program, que tiene un papel crítico en reducir la alta incidencia de la diabetes en el sur de Texas, y servicios de prevención e intervención temprana que mantienen a niños en riesgo a salvo de abusos y fuera del sistema de tutelas estatales.
También recorta programas de exención que dan a ancianos y discapacitados la oportunidad de vivir en su casa con sus familias o recibir asistencia basada en la comunidad. Sin estos programas de exención, muchos serán forzados a vivir lejos de sus seres queridos, en instituciones más onerosas.
“Las futuras implicaciones fiscales de este presupuesto son asombrosas. El periodista americano George Horace Lorimer escribió: ‘Dejar para después algo fácil, lo convierte en difícil; y dejar para después algo difícil lo hace imposible’. Los tejanos no temen tratar temas difíciles, pero los republicanos creadores del presupuesto no perdieron la oportunidad de demorar o diferir decisiones críticas, fracasando así en resolver los problemas fiscales del estado y creando nuevos para generaciones futuras.
Los creadores del presupuesto usaron tramoyas y trucos contables como diferir pagos para ‘arreglar’ la brecha presupuestaria. Aún más, como el presupuesto no financia el crecimiento de casos en Medicaid, Texas tendrá que tratar el agujero fiscal que será por lo menos $4.8 billones más grande en el 2013. En vez de arreglar el déficit estructural que crearon en el 2006, los republicanos simplemente lo barren debajo de la alfombra.
Algunos podrían felicitarse por llegar a un presupuesto balanceado, pero este presupuesto se aboca a recortes severos y trucos contables. Eso no es balanceado. Una manera balanceada requeriría un método razonable de cortar cuando es posible pero proteger los programas de la red de seguridad y preservar inversiones vitales en el futuro de Texas.
Algunos creerán que este presupuesto refleja los valores de la mayoría de la gente de Texas. Yo no estoy de acuerdo. Incontables tejanos del Distrito Senatorial 21 y todo el estado apoyan a los maestros de escuelas públicas y creen en ayudar a los más jóvenes, a los ancianos y a aquellos con discapacidades. Creen en invertir en el futuro de los tejanos, reforzando la educación pública y superior. Este presupuesto no refleja esos valores.
Cuando se propuso la versión inicial del presupuesto en enero, yo esperaba que la mejoraríamos agregando fondos suficientes para proteger las más altas prioridades y mayores necesidades de las familias de Texas. Lamentablemente, eso no ocurrió. El presupuesto aprobado hoy es fiscalmente irresponsable y moralmente errado. Por esa razón yo voté en contra”.
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