29 de marzo de 2022
El 29 de marzo de 1973, el último integrante de las fuerzas armadas estadounidenses regresó de Vietnam a casa. Para conmemorar este día, en 2009, promulgué legislación que designara el 29 de marzo como el Día de los Veteranos Texanos de la Guerra de Vietnam. Ocho años atrás, en esta fecha, inauguramos el monumento del Capitolio de Texas a los Veteranos Texanos de la Guerra de Vietnam, que les da la bienvenida a casa a nuestros soldados texanos. Este hermoso monumento en la parte noreste del parque del Capitolio rinde tributo a la lealtad y valentía de aquellos texanos que fueron a la Guerra de Vietnam.
Esta fue una guerra controvertida e impopular, en la que más de 58,000 soldados estadounidenses perdieron la vida y muchos otros desaparecieron en combate o fueron capturados como prisioneros de guerra. Fue una guerra que no entendimos como país. Se confundió su impopularidad con la valentía y el valor de nuestros soldados. Por eso, muchos no nos sentimos bien recibidos cuando volvimos al país.
Muchos veteranos de Vietnam, todavía recordamos los arrozales y las junglas de Chu Lai, Da Nang, Huề, Khe Sanh y, por supuesto, Saigon, por nombrar algunas. Cada día de mi vida, disfruto de mi libertad, les agradezco a mis compañeros marine que pelearon en Vietnam y los recuerdo. Allí, creamos una familia lejos de casa. Éramos todos estadounidenses, estábamos unidos, juntos, listos para pelear y morir por nuestro país, por nuestra libertad. Todos éramos iguales, sin importar que fuéramos de distintas razas, religiones, contextos y culturas, y estados de origen. Éramos iguales en aquel momento y lo seguimos siendo. Entendíamos que nuestra diversidad representaba lo que hace a este país una gran nación: ¡los Estados Unidos de América!
¿Pero quiénes eran esos soldados de Vietnam? Muchos éramos voluntarios y muchos fueron reclutados sin posibilidad de negarse. Muchos tuvieron que dejar sus familias para ir a pelear una guerra en un lugar desconocido. Esos soldados éramos nosotros: nuestros hermanos y hermanas, padres y madres, vecinos y amigos. Cuando se los llamó a servir al país, ellos respondieron, y mucho murieron por su libertad y la de los demás. Vietnam le enseñó una lección a este país, una que espero no olvidemos nunca: siempre debemos honrar y respetar a nuestros soldados, su sacrificio y valentía, ya sea que combatan en Afganistán, Irak, Vietnam u otras guerras. En la historia de la nación, nuestros soldados y sus familias son quienes se sacrifican y se comprometen a defender el país.
En este Día de los Veteranos Texanos de la Guerra de Vietnam, espero que me acompañen en honrar a los texanos que combatieron y recuerden a los 3,417 que perdieron la vida. Recordaré a todos mis colegas soldados, entre ellos, tres de mis compañeros de secundaria: Jesus Martinez, Walter Merle Langford y Leonel Buntello. Mi deseo es que mientras honremos y recordemos el sacrificio de nuestros soldados, nos acompañen siempre en mente y alma.
Semper Fi. Dios bendiga nuestro país.
El senador Hinojosa se enorgullece de haber sido coautor de la Resolución Concurrente de Representantes 36 en la 79º Sesión Legislativa en 2005, que autorizó un monumento a los Veteranos Texanos de la Guerra de Vietnam en el parque del Capitolio. El senador Hinojosa luego consiguió financiamiento para instalar el monumento histórico a través de un anexo legal, en 2011, gracias a una subvención paralela por $500,000.
Por último, en 2009, el senador promulgó legislación que establece oficialmente el 29 de marzo como el día de reconocimiento específico a los veteranos de Vietnam. El 29 de marzo de 1973 el último integrante de las fuerzas armadas de EE. UU. se fue de Vietnam, razón por la cual en esa fecha se conmemora el Día de los Veteranos Texanos de la Guerra de Vietnam.
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