En la pasada sesión la Legislatura de Texas aprobó la medida HB 3 para invertir más dólares del estado en nuestras aulas y dar un muy necesario aumento de sueldo a los maestros. Con la pandemia del coronavirus hemos aprendido a apreciar aún más el papel que cumplen nuestras escuelas y maestros. Lamentablemente, dada la recesión en la economía producto de la pandemia, enfrentaremos difíciles decisiones presupuestarias en la próxima sesión. Sin embargo, la educación pública sigue siendo una prioridad, y estamos comprometidos a no perder noción de nuestro futuro –y el de nuestros hijos. Debemos continuar trabajando juntos para asegurar que avancen, y no permitir que esta crisis de hoy se convierta en un obstáculo permanente para lograr sus sueños.
Para proteger nuestra inversión y compromiso hacia la educación de la medida HB 3, debemos aprovechar al máximo el financiamiento proveniente del gobierno federal. Se requerirá el uso total de fuentes de financiamiento como el Departamento de Educación de EE.UU., FEMA, USDA y otras para simplemente asegurar los fondos necesarios para seguir cubriendo nuestra responsabilidad hacia la educación pública.
Una parte de esa ecuación de financiamiento es ESSERF (Fondo de Asistencia de Emergencia a Escuelas Primarias y Secundarias), establecido en el Acta CARES. Este fondo asigna a Texas casi $1.3 billón para nuestras escuelas, y nos da flexibilidad en los fondos que necesitaremos para financiar la educación pública durante el próximo bienio. Esta semana, Mike Morath, director de la Agencia de Educación de Texas (TEA), comunicó a los directores de distritos en el estado la decisión tomada por el gobernador y creadores del presupuesto legislativo, de usar fondos ESSERF para cubrir gastos actuales del Programa Fundación Escolar (FSP). Esta decisión mantendrá la fórmula de financiamiento total a las escuelas este año y el próximo, y simultáneamente reducirá la obligación del estado en aproximadamente $1.1 billón. Este ahorro actual nos permitirá liberar esos fondos para usarlos también en educación pública, al comenzar a diseñar el presupuesto estatal en la próxima sesión.
Otra pieza del rompecabezas es el CRF (Fondo de Asistencia por Coronavirus). Este fondo otorga al estado $11.24 billones divididos en tres partes: $3.2 billones para los doce condados y las seis ciudades más grandes; $1.85 billón para los 242 condados y ciudades restantes; y $6.18 billones para el estado. Estos fondos deben ser usados en gastos relativos al coronavirus incurridos desde el 1 de marzo al 30 de diciembre de este año. Usar estos fondos para cubrir gastos producto del coronavirus en distritos escolares no solo está permitido sino alentado.
Para ayudar a lograr la meta de preservar nuestro compromiso hacia la educación, el Director Morath anunció que el estado usará cientos de millones de dólares provenientes de los $6 billones del estado en CRF para ayudar a cubrir parte de los gastos relativos al coronavirus incurridos por distritos escolares este año escolar. Esto asistirá en gran medida a nuestros distritos escolares que han incurrido en gastos como más artículos de limpieza, equipos de protección personal, licencias de programación para la enseñanza virtual, instrumentos tecnológicos para el aprendizaje a distancia, y otros costos no anticipados debidos a COVID-19.
Mientras trabajamos a nivel estatal para apoyar la educación pública, seguimos pidiendo firmemente a nuestros distritos escolares que trabajen también con su ciudad y condado respectivo para ayudar a cubrir la parte de distritos escolares en gastos actuales y futuros relativos al coronavirus. La educación beneficia a todos en toda comunidad, y nos corresponde a todos hacer lo posible para apoyar los logros educativos de todos los niños en Texas. Sabemos que los fondos CRF pueden ser usados para ayudar a lograr esta meta, y esperamos que los gobiernos locales consideren sinceramente unirse a sus distritos escolares locales, brindándoles asistencia monetaria proveniente de sus fondos CRF.
La educación es la gran igualadora. Aunque siguen habiendo muchos desafíos, no debemos perder noción de nuestra inversión y compromiso hacia la educación de nuestros niños. Aunque la situación actual cambia día a día, nuestra mayor prioridad de asegurar un sistema de educación pública de buena calidad para todos los niños de Texas no cambiará. Ciertamente habrá desafíos en el futuro, pero con el uso correcto de los instrumentos que tenemos disponibles, tenemos fe en que saldremos de esto más fuertes que nunca.
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