Como parte de la respuesta a la pandemia del coronavirus, el Congreso aprobó el Acta CARES, que asignó al estado de Texas $11.2 billones para ayudar a cubrir gastos relativos a COVID-19. De los $11.2 billones, el Acta CARES ordenó que el 45%, ó $5.06 billones, se destinen a gobiernos locales, y el 55%, ó $6.14 billones, a gastos del estado. Este desglose fue un reconocimiento del Congreso de que todo nivel de gobierno –ciudades, condados y estado—incurre en gastos inesperados para combatir la enfermedad COVID-19, y desea asegurar que toda jurisdicción reciba fondos para ayudar a cubrir estos nuevos huecos en sus presupuestos.

Sin embargo, la intención del Congreso de destinar más dinero a todo gobierno local y estatal se complicó por un sistema de dos niveles para distribuir los fondos. Los gobiernos locales con poblaciones de más de 500,000 habitantes recibieron el financiamiento directamente del gobierno federal, mientras que aquellos con menos de 500,000 habitantes lo recibirían indirectamente del estado o condado al que pertenecen. Esto significa que los 12 mayores condados en el estado, así como las seis mayores ciudades, recibieron los fondos inmediatamente de parte del gobierno federal.

Aunque la intención de estos dos distintos mecanismos de financiamiento era entregar los fondos rápidamente y a esos gobiernos que enfrentan la mayor necesidad, su consecuencia es un sistema inadecuado que hace que las ciudades (aparte de esas seis más grandes) en los 12 mayores condados tengan que depender de sus condados para el financiamiento. El Congreso asignó los fondos para los condados en base a su población total (menos la población de toda ciudad con más de 500,000 habitantes de ese condado en particular). Por lo tanto, en un condado como el Hidalgo, el gobierno condal recibió fondos en base a sus 890,000 habitantes, a $174 por persona, sea que vivan en ciudades incorporadas o áreas no incorporadas.

Pero a pesar de brindar financiamiento en base a la población total de estos condados grandes, el Congreso no incluyó un requisito o mecanismo de cumplimiento para que esos 12 condados distribuyan subsiguientemente parte de esos fondos a sus ciudades más pequeñas. Haya sido un descuido o error de redacción, depende enteramente de esos condados el cumplir con la intención del Congreso. Es razonable esperar que un condado que recibe el dinero en base a su población total la distribuya entre todos. Eso significa que estos 12 condados deben hacer su parte para asegurar que los gobiernos locales dentro de sus confines reciban su parte justa de los fondos provenientes del Acta CARES.

Éste es el método usado por el estado para esas ciudades y condados con menos de 500,000 habitantes. Para estos 242 condados y sus respectivas ciudades, el Acta CARES proporcionó al estado $1.8 billón. Los dirigentes estatales decidieron asignar esos fondos en base a la cantidad de habitantes, para que ciudades y condados puedan cubrir sus gastos relativos al coronavirus, reservando a la vez parte de esos fondos para gobiernos locales de áreas especialmente afectadas. Si un área necesita fondos por encima de lo que está recibiendo del estado, simplemente debe demostrar esa necesidad y solicitar un mayor financiamiento proveniente de este fondo para casos graves.

Es la meta del estado que los gobiernos locales, que son responsables de muchos de los servicios directos necesarios para tratar y prevenir la propagación de COVID-19, reciban el financiamiento necesario para llevar a cabo esta misión exitosamente. El poder lograr esta meta requerirá que todos, a todo nivel de gobierno, trabajemos juntos. El gobierno federal debe apoyar a los estados, el estado debe asistir a ciudades y condados de toda Texas, y los grandes condados deben compartir con las pequeñas ciudades dentro de sus confines. Estamos todos juntos en esto y solo podremos triunfar mediante la acción colectiva, donde todos trabajamos unidos para resolver esta crisis como una sola comunidad.

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