Hoy homenajeamos a nuestros veteranos. Como veterano de Vietnam con el Cuerpo de Marines de EE.UU., entiendo bien el tremendo sacrificio que hacen nuestros veteranos y sus familias diariamente.

Nuestros veteranos --los valientes hombres y mujeres que han usado el uniforme militar americano--son nuestros hermanos y hermanas, padres y madres, vecinos y amigos. Ellos han respondido valientemente al llamado del deber en servicio a nuestro país, y muchos cayeron luchando por nuestra libertad.

Dentro y fuera del campo de batalla, nuestros veteranos han protegido nuestra libertad y estilo de vida. Su compromiso con nuestra gran república los ha llevado alrededor del globo, a lugares como Europa, el Pacífico, Sudeste Asiático y, más recientemente, a Oriente Medio.

Los hombres y mujeres de nuestras fuerzas armadas sirven a todos los americanos --demócratas y republicanos, conservadores y liberales. El soldado americano no es partidista, sino que es un patriota. El enfoque y espíritu requerido a nuestros miembros de infantería, marina y aviación de este país no deja lugar para cambiantes ideologías.

Durante su servicio, nuestros veteranos se mantienen unidos para luchar y morir por nuestro país y por sus compatriotas. A pesar de diferentes razas, religiones, antecedentes, culturas y situación de residencia, los veteranos son todos iguales. La diversidad de nuestros militares representa lo que hace a nuestro país una gran nación.

Hoy homenajeamos a nuestros veteranos por el sacrificio que han hecho por nosotros, sea en casa o el extranjero. Hoy le rendimos honor al soldado americano, y reconocemos su compromiso y desinteresado servicio. Le estamos agradecidos por defender nuestro país, nuestras libertades y nuestras familias. Como su senador estatal, estoy comprometido a continuar luchando por medidas y financiamiento para dar a nuestros veteranos la atención médica, beneficios y oportunidades que se han ganado con creces.

¡Semper Fi!

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