Como país, tenemos derecho a definir y defender nuestras fronteras. Yo no apoyo las fronteras abiertas porque dejaríamos de ser una nación. Sin embargo, la SB 4, denominada medida de "ciudades santuario", es una extralimitación que va demasiado lejos. Amenaza perturbar la vida de todos nuestros ciudadanos, no solo los indocumentados. Autoriza acuerdos entre INS (Servicio de Inmigración y Naturalización) federal y la policía local, donde el cumplimientos de leyes migratorias puede ser delegado a autoridades locales.

Si una persona indocumentada comete un crimen en nuestro país y es arrestada y encarcelada, esa persona debe ser detenida y el INS notificado. O si hay una orden de detención del INS, esa orden debe ser cumplida. Esa persona no puede ser liberada en nuestra comunidad. No queremos que una persona que comete un crimen y es un peligro para nuestras familias sea liberada.

Sin embargo, hay muchas personas indocumentadas que no han cometido crimen alguno y viven pacíficamente en nuestras comunidades. No hay duda de que nuestras leyes de inmigración son incumplidas. Pero parte del problama es el gobierno federal que emite normativas contradictorias --mientras conduce redadas para deportar a personas indocumentadas, a la vez permite que los que entran al país ilegalmente permanezcan aquí al darles un "aviso de comparecencia" que les permite viajar por todo el interior del país. El gobierno federal está tratando ahora de conducir redadas para hallar y detener a la misma gente que ha liberado.

La SB 4 está forzando a nuestros agentes policiales locales a hacer cumplir leyes federales de inmigración sin un entrenamiento adecuado, y les quita tiempo de sus responsabilidades de seguridad pública en nuestras comunidades. Habrá inevitablemente malos actores que se extralimitarán y abusarán de este nuevo poder que se les ha dado. Agentes han declarado que están confusos sobre su autoridad policial y falta de entrenamiento. La policía también está muy preocupada de que la SB 4 desgaste el nivel de confianza y cooperación entre las comunidades de inmigrantes y la policía.

El Jefe de Policía de Houston Art Acevedo expresó este mensaje claramente al rendir testimonio a la Legislatura en contra de la SB 4: "Tal división entre la policía local y grupos de inmigrantes resultaría en mayor crimen contra inmigrantes y la comunidad en general, crearía una clase de víctimas silenciosas, y eliminaría el potencial de asistencia de parte de inmigrantes para resolver o prevenir crímenes".

La ironía de la SB 4 es que Texas no quiere que el gobierno federal interfiera en nuestros derechos como estado, pero ahora queremos que nuestra policía local actúe como el gobierno federal e interfiera en nuestras comunidades locales. Mientras que los partidarios de la SB 4 continúan demostrando su apoyo a la policía y que siempre "apoyarán a los azules", simultaneamente ignoran los comentarios y fuerte oposición de la policía a esta legislación, y los peligros que creará en nuestras comunidades y nuestras familias.

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