DE DIFUSIÓN INMEDIATA
Septiembre 19, 2012
(512) 463-0120
Gracias a la diversidad del panorama económico de Texas, nuestro estado lidera a la nación en la creación de empleo y se jacta de un índice de desempleo menor que el promedio nacional. Pero no debemos engañarnos con eso. Éste es el momento crítico de invertir en la economía en recuperación de nuestro estado –en nuestras nuevas generaciones y nuestro creciente sector laboral.
Texas es un gran estado, con un sector laboral acorde. Texas es también un estado joven, con el 27% de nuestra población menor de 18 años. Aunque nuestras jóvenes generaciones están ansiosas por dedicarse al trabajo que les espera y están llenas de metas y sueños, no podrán hacerlo sin la capacidad y educación requerida para triunfar. La educación es el mejor instrumento de progreso económico que tenemos.
Pero nuestra creciente demanda de empleos está superando en alto grado a los conocimientos y capacidad de nuestra fuerza laboral. En la economía informática de hoy, el 90% de todos los nuevos empleos requieren más un diploma de secundaria, y nuestros sectores de negocios se quejan de las vacantes laborales que no pueden cubrir con personas capacitadas.
¿Cómo es que tenemos tejanos buscando desesperadamente un trabajo y a la vez tenemos negocios buscando desesperadamente cómo cubrir sus vacantes? Aunque es desconcertante en un principio, mirando más profundamente vemos que la causa fundamental es simplemente falta de educación. Texas es el 43º estado en la nación en cuanto a los estudiantes de secundaria que se gradúan. Y a nivel estatal, del sector laboral con menos que un diploma de secundaria, el 71% es hispano. Para regiones como la nuestra, con una creciente población hispana, debemos poner atención a esta cruda realidad si queremos cerrar la brecha entre ofertas laborales y gente que busca trabajo.
Pero esto no puede hacerse sin colaboración –colaboración entre maestros, padres, estudiantes, negocios y dirigentes comunitarios. Las comunidades deben poner énfasis en la relación entre educación y la economía. Con más educación vienen más oportunidades y empleos mejor pagados, que se traducen en una economía más sólida. Con más abandono escolar vienen más dólares de contribuyentes perdidos –gastos asociados con salarios perdidos, asistencia pública, encarcelación y menores ingresos por impuestos que le cuestan al estado aproximadamente $9.6 billones.
El mes pasado, la ciudad de Corpus Christi decidió elevar los requisitos de empleo en su Municipalidad, requiriendo que todo nuevo empleado de tiempo completo tenga por lo menos un diploma de secundaria. Aunque parece un poco duro a primera vista, es abrir puertas más que cerrarlas. Los actuales empleados reciben un útil empuje al ser alentados a tomar clases para obtener un diploma GED y se les da flexibilidad en sus horarios. La Municipalidad de Corpus Christi se da cuenta de la necesidad de establecer un estándar mínimo de requisitos para los empleados y que pronto no habrá otra alternativa que terminar la secundaria.
Hace un par de años, el Distrito Escolar Independiente de Pharr-San Juan-Álamo sufría un índice de abandono escolar doble que el promedio de Texas como estado, como muchos de nuestros distritos escolares. Pero mediante extraordinarios esfuerzos y un programa de recuperación de estudiantes que abandonan sólidamente implementado, redujo su índice de abandono en 80%. Yo vi los remarcables logros del modelo del distrito y entendí que debería duplicarse. En la pasada sesión legislativa, fui autor de la medida SB 975, la Medida de Recuperación del Abandono a Nivel Estado, que expandió este modelo exitoso a todas las escuelas de Texas, para dar a los jóvenes una segunda oportunidad de obtener su diploma.
En la creciente competición global por trabajo, debemos ofrecer un mejor futuro a nuestras generaciones jóvenes. Éste es el momento de invertir en nuestra juventud y fuerza laboral mediante la educación y entrenamiento laboral, para asegurar que los tejanos estén preparados para los trabajos del futuro.
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