DE DIFUSIÓN INMEDIATA
Febrero 17, 2011
(512) 463-0120
Texas está en rojo. Un déficit de 27 billones de dólares no es una cifra que se pueda reducir solo ajustándonos los cinturones. Hay un montón de retórica sobre el presupuesto. Durante la temporada de campaña escuchamos gritos pidiendo un gasto estatal más bajo, menos impuestos y reducción de las funciones del gobierno. Ahora, con las cifras presentadas, vemos una tormenta de protesta pública por todo el estado de Texas.
No podemos salir de este déficit con recortes sin afectar nuestra recuperación económica y a miles de tejanos. Necesitamos una manera responsable y equilibrada en el presupuesto. Reducir el gasto, demandar eficiencia, eliminar la duplicación. Necesitamos hacer uso del fondo de emergencias, considerar nuevas fuentes de ingresos y reexaminar el déficit estructural creado cuando la legislatura redujo el ingreso de impuestos a la propiedad para nuestras escuelas.
Los recortes en el gasto no eliminan las necesidades; aumentan el gasto y los impuestos locales. Los gobiernos locales, sin los instrumentos para recabar fondos que tiene el estado, son forzados a aumentar el impuesto a la propiedad para financiar y apoyar programas como los de escuelas y salud. Los recortes al presupuesto estatal simplemente transferirían la responsabilidad a las ya sobrecargadas familias y gobiernos locales de Texas.
Texas ya provee lo mínimo –ocupamos la 46º posición entre los ingresos per cápita de estados, y 47º en el gasto –dejando que gobiernos locales se encarguen de la cuenta. Nuestras carreteras, escuelas e instituciones de educación superior, hospitales, centros de investigaciones –todas cosas necesarias para la competitividad en la economía global—dependen del financiamiento estatal.
Nuestra población está creciendo, triplicando el índice de base impositiva de nuestro estado. Estamos optando por no aumentar los recursos para futuras inversiones, aún cuando invertir en la educación, vialidad e infraestructura produce grandes ganancias y beneficios económicos –en empleo, salarios más altos e innovación.
Texas será siempre la número uno para mí. No porque ejecutamos más prisioneros, aseguramos médicamente a menos niños y emitimos más químicos tóxicos que todo otro estado. Por supuesto que no porque tenemos la menor cantidad de jóvenes menores de 25 años con diplomas de secundaria, somos últimos en gasto per cápita en salud mental y tenemos la mayor población de mujeres adultas no aseguradas. Ésta no es mi visión de Texas. Podemos hacerlo mejor.
Nuestra situación financiera es seria: un déficit de $27 billones es terriblemente grave. Es hora de tomar acción, no reaccionar. El momento de defender el estatus quo ya ha pasado. Texas debería crear empleos, no perder 800,000. Texas debería educar, no echar a maestros en nuestros programas de prejardín. Deberíamos proteger a los más vulnerables, no cerrar cientos de hogares de ancianos.
Esto es inaceptable. Debemos trabajar en un presupuesto que beneficie a los contribuyentes de Texas e incorpore los servicios que necesitamos para ser numero uno. Trabajemos juntos en esta sesión legislativa para hallar soluciones a nuestros pesares económicos, para un futuro mejor. Por una Texas mejor.
El Senador Juan "Chuy" Hinojosa, un veterano de Vietnam, es miembro de la Legislatura por más de 20 años. Ha participado en el proceso de creación del presupuesto en los últimos diez bienios, aumentando su experiencia y participación mediante sus nombramientos como vicepresidente del Comité Senatorial de Finanzas por segunda vez y miembro de la Junta Legislativa del Presupuesto.
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