La libertad de expresión es nuestro derecho de la primer enmienda, y uno muy cercano y querido para mí. Nuestra comunidad hizo uso de este derecho durante el movimiento por los derechos civiles y continúa usando hoy este derecho.

Recientemente opté por ayudar a diluir una situación potencialmente volátil en Texas Southern University, para proteger a los estudiantes, profesorado, personal y un diputado estatal presente. Fue evidente que la administración de la universidad no fue informada adecuadamente sobre la no autorizada reunión, y tomó la decisión correcta de posponer la reunión debido a crecientes tensiones y falta de seguridad. La universidad está dedicada a trabajar con el grupo de estudiantes en el futuro para celebrar el evento. Esto no fue otra cosa que falta de comunicación entre diferentes entidades en TSU y le expliqué eso al Diputado Briscoe Cain.

Sin embargo, el líder de un grupo derechista decidió ir más lejos, refiriéndose a mis acciones como "bravuconas". Él decidió usar una retórica racista, irrespetuosa y discriminatoria para crear mayores divisiones para su propio beneficio. Como senador estatal con diez años de experiencia en la Legislatura de Texas, me horroriza que alguien elija usar un lenguaje tan malintencionado, especialmente cuando nuestro estado y nación están en gran necesidad de unirse, no dividirse.

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