"Lamento mucho que no logramos aprobar la propuesta HB 2068 para cancelar el Programa de Responsabilidad en Conductores (DRP por sus siglas en inglés). DRP es un programa abusivo que se alimenta de multas y es completamente inefectivo. El programa hostiga a las personas más pobres y vulnerables en nuestra comunidad con multas y revocación automática de la licencia de conducir.

Actualmente, se le ha revocado la licencia a más de 1.3 millón de conductores bajo el programa DRP. Muchos de los afectados viven de mes a mes, y hacerlos elegir entre pagar las enormes multas o quedarse sin licencia de conducir es un escenario cruel. Sin la licencia no pueden ir a trabajar, ni hallar vivienda ni mantener a sus familias. El único que se beneficia de este desastroso programa es la Oficina de Servicios Municipales, que se embolsa más de $11.4 millones al año a costa de los más pobres en nuestras comunidades.

Yo entiendo la necesidad de proporcionar un necesario financiamiento a nuestros hospitales de traumatología, pero financiarlos a costa de los pobres e insuficientemente servidos no es la manera de hacerlo. El hecho de que hallemos $800 millones para seguridad fronteriza pero no para cerrar esta prisión de deudores en Texas es pasmoso.

Muchos en la cámara del Senado coinciden en que éste es un mal programa desde su creación, y tuvimos un apoyo arrollador a esta propuesta. Yo estaba preparado para aceptar enmiendas que traten la necesidad de asistir a los pobres que están atrapados por estas multas, y que disminuyan nuestra dependencia en este erróneo sistema para financiar los servicios traumatológicos. Sin embargo, los dirigentes se han comprometido a hacer esta medida prioritaria en la próxima sesión. Espero trabajar con los dirigentes en ambas cámaras para hacer avanzar esta legislación".

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