El Senado presenta legislación para responder ante inundaciones
(AUSTIN) — Nuevos planes de emergencia, sistemas de detección y alerta, y capacitaciones en manejo de emergencias son algunos de los componentes de un plan amplio considerado por un comité del Senado, el viernes. Desde las inundaciones que azotaron el Hill Country de Texas el 4 de julio, en las que fallecieron 138 texanos, los legisladores no han dejado de buscar formas de impedir que vuelva a repetirse una tragedia semejante. Esta labor incluyó audiencias de más de 26 horas de testimonio público en el Capitolio y en el condado de Kerr para estudiar qué medidas tomadas por las autoridades estatales y locales fueron buenas y cuáles podrían haber sido mejores. El senador Charles Perry, de Lubbock, presidente del Comité Senatorial Selecto sobre Preparación ante Desastres e Inundaciones, afirmó que, si bien la legislación surge a partir de la inundación, su aplicación será generalizada a todas las situaciones que ameriten un manejo de emergencias.
Para Perry, la disposición más importante del proyecto esta relacionada con la manera en que los campamentos para jóvenes ubicados en zonas propensas a inundaciones deben prepararse y responder ante las alertas y las advertencias. En Camp Mystic, uno de los muchos campamentos a la vera del río Guadalupe, 28 personas, incluidos campistas y consejeros, murieron en la inundación. El Proyecto del Senado 1 dispone que todos los campamentos para jóvenes establecidos en zonas inundables asociadas a períodos de retorno de 100 años deben tener robustos planes de emergencia en caso de inundaciones y asegurarse de que los campistas y consejeros los conozcan debidamente y los ejecuten. “No solo deben tener un plan, también deben enseñarles a los campistas en qué consiste”, dijo Perry. “Si nos enteramos de que incumplen, pierden la licencia”. La medida también exige que estos campamentos adapten las cabañas actuales para que tengan acceso al techo, a modo de último recurso para los campistas que no puedan escapar al agua de una inundación. Además, dispone la evacuación obligatoria a terrenos más elevados cada vez que se emita una alerta de inundación para determinada zona, incluido un campamento. Perry dijo que es posible que las autoridades del lugar duden por la molestia que puede generar una orden de evacuación innecesaria y que este proyecto de ley elimina esa dubitación. Si las autoridades hubieran estado más decididas a ordenar una evacuación —dijo Perry— podrían haberse salvado muchas vidas. Con este proyecto, no es opcional. “Van a dar la orden más de lo necesario”, dijo Perry. “No voy a disculparme por eso”.
El proyecto de ley también fija ciertos requisitos que deben cumplir las capacitaciones a los responsables locales del manejo de emergencias, exige que se establezca una jerarquía clara que defina quién está a cargo en una emergencia y dispone que se elabore un plan de respuesta ante fatalidades en el Departamento de Manejo de Emergencias de Texas. También crea un sistema de manejo de voluntarios, que sirve para organizar a las personas que quieren ayuda, hacerles un control de antecedentes y asignarlas al lugar donde pueden ser de más utilidad.
El comité también aprobó una medida que indica la obligatoriedad de sistemas de alerta, como sirenas de aviso, que sirvan para alertar a las personas en la zona por inundarse que busquen refugio. El senador Bettencourt dijo que las inundaciones del 4 de julio ocurrieron a mitad de la noche, cuando la mayoría de las personas dormía, pero un sistema de alerta automatizado que funcione con sensores, pluviómetros u otros indicadores podría haber salvado vidas. Su Proyecto del Senado 2 establece que la Junta de Desarrollo del Agua de Texas debe determinar qué zonas tienen más riesgo de ser afectadas por inundaciones peligrosas y fijar límites mínimos que activen los sistemas de aviso en esas zonas. Las autoridades municipales serán responsables de implementar y manejar los sistemas, aunque el estado se encargará de la financiación a través de un programa de subvenciones. Las sirenas, según dijo Perry a los legisladores, podrían haber salvado vidas, pero no son la respuesta decisiva. “Las sirenas hay que planificarlas de manera estratégica y coordinarlas con los otros sistemas de alerta, o el ruido que hacen no vale la pena”, dijo.
Una tercera medida, el Proyecto del Senado 3, trazado por la senadora Joan Huffman, de Houston, presidenta del Comité de Finanzas, contiene la financiación para respaldar estos dos proyectos de ley y toda ayuda económica que el estado envíe a la región. Con la sesión estancada por falta de cuórum en Representantes, el destino final de estos proyectos es incierto. Si la sesión llega a su fin el 19 de agosto sin que se resuelva la ruptura de cuórum, es muy probable que el Senado vuelva a tratar estos proyectos en una segunda sesión extraordinaria.
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