Proyecto prohibiría cualquier tipo de THC en Texas
(AUSTIN) — Según un proyecto que consideró el Comité de Asuntos Estatales del Senado el lunes, sería ilegal que los productos para consumo derivados del cáñamo contengan cualquier tipo de THC. Esto incluye delta-8 THC, una forma menos potente de la principal sustancia psicoactiva de la marihuana, pero que puede provocar los mismos efectos narcóticos en concentraciones elevadas. La medida no afectaría a los productos que contienen los dos canabinoides legales, canabidiol (CBD) y canabigerol (CBG), aunque deben estar claramente etiquetados y en envoltorios a prueba de niños. La propuesta también mejoraría los requisitos que deben cumplir los productores de cannabis legal en cuanto a la entrega de información y la obtención de una licencia. Los fabricantes tendrían que pagar una licencia anual de 10,000 dólares. El senador Charles Perry, de Lubbock, autor del Proyecto del Senado 3, dijo que la industria del cáñamo para consumo, valuada en 8 mil millones de dólares al año en Texas, no demostró ser confiable ni capaz de autorregularse. “La razón por la que estamos hoy aquí es porque una industria que no ha demostrado ser confiable ha explotado este asunto a tal punto que pone en riesgo la salud pública”, dijo. “Si ganan 8 mil millones de dólares en ventas, pueden pagar una licencia y afrontar tarifas de fabricación para apoyar que se cumpla la ley".
El senador Charles Perry, de Lubbock, dice que la intención de los legisladores nunca fue extender la oferta de productos derivados del cáñamo con THC.
Cuando el gobierno federal legalizó el cáñamo industrial a través de un proyecto agrícola de 2018, el estado respondió con la aprobación de una medida en 2019 que creaba un marco de trabajo para usar el cáñamo para fines agrícolas, como la producción de fibra. En lugar de eso, surgió una industria que pone a la venta productos narcóticos derivados de cáñamo. Los más potentes son aquellos que contienen niveles de delta-8 THC aumentados de manera artificial. El Departamento Estatal de Servicios de Salud trató de clasificar a delta-8 como una sustancia ilegal en 2021, pero los dispensarios impusieron demandas legales y el tema sigue pendiente en los tribunales estatales. Mientras tanto, los productos con delta-8 THC se consiguen sin problema en Texas. Perry dijo que esta oferta generalizada, una cuasilegalización, de la marihuana en Texas va más allá de la intención original del proyecto de 2019. El senador lamentó que lo que podría haber sido un sólido mercado de fibra industrial en Texas terminó convirtiéndose en esto. “La intención del proyecto era apoyar a los agricultores y promover el mercado de cáñamo industrial que estaba diseñado para fomentar el desarrollo de productos no consumibles derivados del cáñamo, como la fibra”, dijo. Perry explicó que el mercado se llenó de productos de consumo con concentraciones mucho más altas que el 0.03 % presente en el cáñamo industrial. Ahora, se pueden hallar productos quizá más potentes que la marihuana ilegal del mercado negro en tiendas de cigarrillos y comercios en todo el estado. El mercado del cáñamo industrial que imaginaron los legisladores en 2019 nunca se materializó. “Se arruinó una oportunidad muy buena para la agricultura”, dijo Perry.
Al mismo tiempo que se consideraba este proyecto para restringir el consumo de THC en Texas, el comité trató otra medida que ampliaría el programa de consumo compasivo en el estado, el cual permite que se recete marihuana medicinal con una baja concentración de THC a las personas con ciertas enfermedades. Fundado en 2015, a la fecha, el programa permite el consumo bajo receta por pacientes con trastornos convulsivos, esclerosis múltiple, ELA, trastorno por estrés postraumático, cáncer y otras pocas enfermedades. Sin embargo, como el programa está regulado de manera estricta, en la práctica, puede ser difícil conseguir el cannabis bajo receta. Solo tres entidades de Texas tienen licencia para producir cannabis para consumo en el programa. En un estado del tamaño de Texas, eso puede implicar que los participantes tengan que viajar cientos de millas para buscar sus productos recetados.
El Proyecto del Senado 1505, también trazado por Perry, duplicaría, de 3 a 6, la cantidad de compañías con licencia para producir y entregar cannabis de baja THC. Además, permitiría el almacenamiento nocturno seguro de marihuana medicinal en establecimientos auxiliares en el estado, una medida que, según sus defensores, ayudaría a que los participantes del programa reciban el cannabis en tiempo y forma. Conforme a la ley actual, la concentración máxima de THC del cannabis del programa compasivo es 1 %, pero el proyecto permitiría que contenga hasta 5mg por dosis. Según información del Departamento de Salud y Servicios Sociales, a fines de 2024, había apenas 100,000 pacientes inscriptos en el programa en Texas.
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