Comité senatorial aprueba penas más duras para las agresiones perpetuadas por extraños
(AUSTIN) — Los fiscales podrían pedir penas de hasta 99 años para los agresores sin relación con la víctima que le produzcan una discapacidad permanente a raíz de daños cerebrales o neuronales, según un proyecto aprobado por el Comité Senatorial de Justicia en lo Criminal el martes. Conforme a la ley actual, la pena máxima para este tipo de agresión agravada con un arma letal es de 20 años de prisión. En un intento de impedir hechos de violencia doméstica u hostigamiento, la ley estatal permite elevar la clasificación a delito mayor de primer grado si la víctima de una agresión tenía una relación previa con el agresor. La ley propuesta, HB 18, patrocinada en la Cámara Alta por el senador Brian Birdwell, extendería la misma flexibilidad a los casos de agresión en los que el victimario es un desconocido para la víctima y el delito involucra un arma letal que le termina provocando una parálisis o lo deja en un estado vegetativo persistente. “HB 28 haría lugar al mismo gravante de la pena cuando el ataque le produzca a la víctima una lesión extrema, sin importar la relación que tenga con el atacante”, dijo Birdwell.
El proyecto se conoce como la ley Todd-Hogland en honor a dos mujeres del distrito de Birdwell que fueron víctimas de agresiones (independientes) que les produjeron discapacidad. Brandi Todd tenía apenas 34 años cuando un extraño la acuchilló en 2019 en un parque en Stephenville, lo cual le produjo una parálisis de la cintura para abajo. Dijo que desde el ataque ella y sus hijos habían sufrido mucho. “Mi hijo no recuerda una época en la que yo pudiera caminar, cuando pasó esto él tuvo un retraso del desarrollo. Mi hija lucha contra la ansiedad y ambos tienen estrés postraumático”, dijo Todd. “El costo económico de quedar paralizada es increíble: medicamentos, sillas de ruedas y modificaciones en los vehículos y las viviendas son apenas la punta del iceberg”.
Según Jessica Hogland, semejante lesión le cambia la vida no sólo a la víctima, sino a todos sus seres queridos. Su hija, Jamie Hogland, tenía tan solo 19 años y era estudiante en la Universidad Estatal Tarleton en diciembre de 2017, cuando un extrañó llamó a la puerta. Cuando la abrió, el hombre, que buscaba a un vendedor de drogas en la casa equivocada, le disparó en la cara. Las lesiones de Hogland le produjeron cuadriplejia permanente. “La vida de toda nuestra familia cambió en ese momento”, dijo Hogland. Jamie por desgracia moriría de una enfermedad en 2021, pero su madre dijo que el tiempo transcurrido entre el ataque y su muerte fue difícil. “Ella asistía constantemente a citas médicas, a ver a todo tipo de especialistas, con mucho dolor y angustia”, dijo la madre.
“Estos actos aleatorios, en los casos de Hogland y Todd, sacudieron a nuestra comunidad, a nuestros jurados, sacudieron a la comunidad policial", dijo Alan Nash, fiscal del condado de Erath, quien supervisó la fiscalía de estos delitos. “Fue muy difícil explicarles a los jurados en nuestra comunidad por qué este castigo era menos grave que el de violencia doméstica, el de disparar desde un vehículo u otro tipo de agresiones agravadas". Los dos hombres fueron condenados a la sentencia máxima de 20 años, pero los testigos que declararon el martes dijeron que su sufrimiento perduraría mucho tiempo más. “El desconocido que me apuñaló quedará libre en siete años y yo cumplo una sentencia de por vida”, dijo Todd a los miembros del comité.
El senador John Whitmire, presidente del comité, planeó que el proyecto avanzara con rapidez al pleno del Senado. “Vuelvan a casa y díganles a sus constituyentes que usted y las familias que vinieron a Austin hicieron una diferencia”, le dijo el senador Whimire a Nash antes de la votación.
El Senado volverá a reunirse el miércoles, 10 de mayo, a las 11 de la mañana.
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