Proyecto aprobado en el Senado restringe compra de tierras texanas por parte de extranjeros
(AUSTIN) — Los extranjeros de países que presenten una amenaza a la seguridad nacional no podrían comprar ciertas tierras, según un proyecto que se recibió su aprobación final el miércoles en el Senado. La autora del proyecto, la senadora Lois Kolkhorst, de Brenham, les dijo a los legisladores que muchas personas de su distrito le acercaron sus preocupaciones en torno a este tema. "Cuando viajaba por el distrito, me comunicaron inquietudes reiteradas sobre compras de tierras hechas por entidades extranjeras, más específicamente, aquellas que buscan dañar al país", dijo. Dado que Texas es la novena economía del mundo, Kolkhorst dice que Texas es uno de los estados que más contribuye a la prosperidad de la nación y que los países extranjeros que quieren dañar a los Estados Unidos podrían hacerlo al amenazar los recursos del estado. Si las personas o las empresas de uno de estos países compraran porciones de tierras considerables en zonas de producción agrícola o de petróleo y gas, Kolkhorst teme que podrían usarlas para perjudicar al estado. "Los derechos a la propiedad privada son extremadamente importantes para mantener la libertad", dijo. "Por desgracia, algunos regímenes en el mundo representan una amenaza a los Estados Unidos al no respetar los derechos a la propiedad privada y están dispuestos a usar esos derechos para socavar nuestra república constitucional".
Según el proyecto de la senadora Kolkhorst, de Brenham, sería ilegal que los extranjeros de países hostiles adquieran cierto tipo de tierras en Texas.
Su propuesta, el Proyecto del Senado 147, solo se aplicaría a representantes extranjeros que no tienen presencia legal en el país y que provienen de un país considerado una amenaza de seguridad nacional. Esa denominación la hace el gobierno federal y el proyecto se aplicaría a cualquier país que figure en la Evaluación Nacional de Amenazas tres años consecutivos. La propuesta original especificaba estos países por nombre: China, Rusia, Corea del Norte e Irán. Los texanos y otros residentes legales que vinieron de esos países o que descienden de inmigrantes de esos países se mostraron preocupados de que este proyecto sirva para discriminarlos o les impida comprar una casa o una empresa. Como respuesta a ese temor, Kolkhorst dijo que matizó lo que era el proyecto original que presentó en enero. "Cuando presenté este proyecto, era muy estricto, no quería vacíos legales", dijo. No obstante, luego de reunirse con colegas y partes interesadas, dijo que se dio cuenta de que la medida debía ser más específica. A través del proyecto sustituto de comité y las enmiendas en el pleno, se matizó el texto del proyecto.
En vez de prohibir países específicos, la versión que se aprobó se aplica a los países que el gobierno federal denomine amenazas de seguridad nacional por tres años consecutivos. De esta forma, si hay un cambio de régimen u otro cambio político que conlleva a que el país deje de ser considerado una amenaza, la medida dejaría de afectar a dicho país. El proyecto también se modificó para que especifique qué tipos de tierras sería peligroso que adquieran entidades extranjeras: tierras de explotación agrícola, de maderas, petróleo y gas, y minerales. El proyecto no se aplicaría a las viviendas ni a las personas con residencia legal en los Estados Unidos. "Mantiene vivo el sueño americano de que cualquier persona puede ser dueña de una vivienda o tener una empresa o una vivienda y 20 hectáreas o que cualquiera que esté aquí legalmente en los Estados Unidos puede tener tierras y vivir ese sueño", dijo Kolkhorst. Incluso en los casos en los que una persona o una empresa infringe esta ley, no pierden su propiedad, sino que se la coloca bajo tutela judicial, mientras los dueños siguen percibiendo sus ganancias.
Este proyecto se debatió dos días. Los detractores esgrimieron que, aun con las modificaciones, los residentes con presencia legal y los ciudadanos del estado siguen sintiéndose discriminados. El senador Nathan Johnson, de Dallas, le agradeció a la senadora Kolkhorst por su trabajo por mejorar el proyecto, pero dijo que no alcanzaba para que él pudiera apoyarlo. "Estoy convencido de que contribuirá, a pesar de todo el trabajo bien intencionado, paciente, a consciencia que se hizo por enmendar el proyecto... Pienso que enviará un mensaje hostil, creo que aumentará las tensiones, las sospechas, el resentimiento y los prejuicios entre los texanos, hoy", dijo. "No me parece que el resultado sea lo que busca este proyecto". La medida se aprobó por 19 votos a 12 y será tratada en la Cámara de Representantes.
El Senado volverá a reunirse el jueves, 27 de abril, a las 11 de la mañana.
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