RESUMEN SEMANAL
Comité senatorial considera la escasez de hospitales rurales
(AUSTIN) — La organización que representa a los hospitales rurales dice que las reformas estatales y federales recientes detuvieron la epidemia de cierres hospitalarios en condados rurales, pero dejaron partes del estado sin acceso a la salud. El lunes, el Comité Senatorial de Finanzas, completó su primera ronda de audiencias en una sesión maratónica de testimonio público. Si bien en un principio las audiencias estaban programadas para la semana que Austin estuvo cerrada por la fuerte tormenta de hielo, esta postergación no disuadió a los cientos de testigos que se presentaron a declarar. Entre ellos estuvo John Henderson, director general y presidente de la Organización de Hospitales Rurales y Comunitarios de Texas, quien les dijo a los miembros que los cambios en las tasas de reintegros de Medicaid frenaron la inmensa cantidad de cierres de hospitales.
Henderson atribuyó este logro a una medida de 2019, la propuesta SB 170 del senador Charles Perry, de Lubbock, la cual disponía que, en el caso de los pacientes de Medicaid, se debían reintegrar por completo los servicios prestados, lo cuales los hospitales ofrecían a pérdida hace ya muchos años. Henderson expresó que el cambio en la política de reembolso fue de gran ayuda. “No vemos cierres de hospitales rurales hace un poco más de tres años”, dijo. “El reconocimiento por eso es suyo”. También elogió los aumentos específicos para servicios a pacientes hospitalarios, ambulatorios y los servicios obstétricos incluidos en el presupuesto preliminar de 2023, aunque subrayó que estas nuevas tasas no tienen en cuenta la inflación y solicitó $31 millones adicionales para cubrir costos.
Entre 2005 y 2020, cerraron dieciocho hospitales rurales en Texas y otros seis limitaron sus servicios a pacientes ambulatorios y emergencias, según el Programa de Investigación de Hospitales Rurales de la Universidad de Carolina del Norte. Como consecuencia de estos cierres, algunos condados enteros se quedaron sin acceso a la salud, dijo el senador Robert Nichols, de Jacksonville, quien fue electo senador por primera vez en 2007. “Desde que estoy en el Senado, perdí cuatro hospitales rurales”, dijo Nichols, que representa a un distrito que abarca desde gran parte del este de Texas hasta la frontera con Luisiana. “En algunos casos no hay atención a la salud en el condado, así que todos tienen que ir al condado siguiente”.
Este no es un problema que se limite a Texas, ya que hubo cierres o reducción de servicios en cientos de hospitales en los condados rurales de todo el país desde 2010. Para combatir este problema, el gobierno federal creó la denominación de “hospital rural de emergencias” para los hospitales con dificultades económicas, de tal manera que puedan dedicarse solo a la atención de emergencias y recibir subsidios federales que los ayuden a seguir abiertos. Si bien así se consigue que la comunidad cuente con un mínimo de cuidados de emergencia, se sobrecarga los hospitales cercanos que siguen ofreciendo el resto de los servicios. “Si un hospital adquiere ese estatus, entonces la gran parte del cuidado ambulatorio y de ancianos se traslada al hospital rural más cercano, lo cual implica una mayor carga laboral para ese hospital sin recibir más dinero”, dijo la senadora Donna Campbell, de New Braunfels, quien también es médica de emergencias. “No estoy segura de cuál es la respuesta, pero tenemos que tratar de apoyar a nuestros hospitales rurales”. Henderson dijo que tres o cuatro hospitales en el estado ya pasaron a clasificarse como “hospitales rurales de emergencias”, los primeros en la nación en hacer el cambio.
Si bien ya cesó la seguidilla de cierres, la pérdida de veinticuatro hospitales rurales en Texas implica que hay partes del estado que no tienen cerca servicios de salud que no sean de emergencias. La senadora Lois Kolkhorst, de Brenham, presidenta del Comité Senatorial de Salud y Servicios Sociales y autora de un proyecto en 2019 que aumentaba en $500 los reintegros por partos, le preguntó a Henderson cuánto había ayudado ese proyecto a que los hospitales mantuvieran sus servicios obstétricos. “Sin duda ayudó y lo que dicen nuestros miembros es que tuvo un efecto estabilizador, aunque no sostenible, así que la cantidad de hospitales rurales que no brindan servicios obstétricos se estabilizó, pero todavía hay algunas regiones en el estado que denominamos ‘desiertos de servicios obstétricos’, donde si alguien entra en trabajo de parto tiene un largo camino hasta llegar a un hospital. Entonces, ciertamente hay oportunidad de mejoría”.
El Senado volverá a reunirse el martes, 28 de febrero a las 11 de la mañana.
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