RESUMEN SEMANAL
El Senado aprueba financiamiento por billones de dólares para infraestructura universitaria
(AUSTIN) — Las universidades y otros institutos de educación superior tendrán autoridad para emitir bonos respaldados por matrículas estudiantiles, según un nuevo proyecto aprobado a las pocas horas de que el gobernador Greg Abbott añadiera este tema a la agenda de la sesión legislativa. A pocos días de que termine la tercera sesión extraordinaria, el gobernador respondió al pedido del vicegobernador Dan Patrick de incluir el tema en la agenda para que la Legislatura lo trate. El plan aprobado en Senadores utilizaría $325 millones del fondo de ayuda federal por covid para consolidar más de $3 billones en bonos respaldados por matrículas estudiantiles, lo que permitiría a las instituciones del estado pagar remodelaciones, reparaciones y construcciones de necesidad urgente.
El senador Brandon Creighton de Conroe, autor del proyecto, explicó que durante décadas la Legislatura autorizó a universidades y demás instituciones de educación superior a emitir bonos, cada cuatro años aproximadamente, para cubrir gastos de infraestructura. La última vez que los legisladores autorizaron este tipo de emisión fue en 2015 y Creighton dijo a los senadores que el importante aumento en inscripciones que hubo conlleva a que los institutos de educación superior necesiten emitir bonos respaldados por matrículas estudiantiles para reparar infraestructura y adaptarse al crecimiento del alumnado. “En los últimos seis años, creció la cantidad de inscripciones, pero las obras de mantenimientos se postergaron”, dijo. “Nuestras universidades e institutos de educación superior defendieron la necesidad del financiamiento a través de los bonos”.
En su función de presidente del Comité de Educación Superior, Creighton viajó por los distintos campus universitarios del estado y vio por sí mismo lo mucho que hacer falta financiar infraestructura. “Tenemos edificios en los que el levantamiento del suelo no solo los está partiendo a la mitad, sino que causa un gran daño en la infraestructura, que vi personalmente”, dijo a los demás miembros. “Hay problemas eléctricos y de cableado, edificios con baños a los que se accede cruzando una carretera en otro sector del campus, edificios que tienen más de 100 años”. Su medida, la SB 52, autorizaría la emisión de bonos por $3 billones para pagar 47 proyectos distintos, que abarcan a todos los sistemas universitarios, instituciones estatales independientes e institutos terciarios técnicos del estado de Texas.
Algunos de los proyectos aprobados destinan $140 millones a la construcción de un nuevo complejo de investigación y enseñanza veterinaria en la Universidad Texas A&M, $107 millones a remodelaciones de la Universidad de Texas en Arlington, $80 millones a nuevas instalaciones de investigación en el Centro contra el Cáncer MD Anderson y $128 millones a la construcción de un centro médico de investigaciones en el sistema de la Universidad de Houston. Muchas de las solicitudes pedían renovaciones y reparaciones con urgencia, que venían siendo postergadas año tras año. “Veintidós de nuestros treinta y cinco proyectos en la propuesta original se basaban en la definición [de la Junta Legislativa de Presupuesto] de salubridad y seguridad con relación a la mayoría de las remodelaciones, si era seguro o no que los estudiantes si quiera estuvieran en esos edificios… y si algunos de esos edificios si quiera podrían remodelarse”, dijo Creighton. Además de financiar billones de dólares en mejoras edilicias, la medida también cambiaría el nombre del instrumento que se utiliza: ya no se llamarían “bonos respaldados por matrículas estudiantiles” (TBR, en inglés), sino “proyectos de asistencia para construcciones de capital” (CCAP).
También el viernes, el Senado aprobó la HB 25, que limita la participación de estudiantes transgénero en deportes y que se trató cuatro veces en Senadores, se envía de nuevo a la Cámara Baja que considerará una enmienda que elimina la disposición de definir por estatuto el término “sexo biológico”. Este tema se abordó en las tres sesiones extraordinarias luego de que opositores en Representantes rechazaran el proyecto de ley a fines de la sesión ordinaria, en mayo. La Cámara Baja puede coincidir con los cambios del Senado y enviar la propuesta al gobernador, o puede pedir que se designe un comité consultivo para debatir la enmienda y llegar a un consenso. No obstante, como la sesión concluye el jueves, los retrasos representarían una oportunidad para que los detractores del controvertido proyecto acaben con él por cuarta vez este año.
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