(AUSTIN) — El miércoles, los legisladores encargados de conciliar las diferencias entre las versiones presupuestarias bienales del Senado y de Representantes elaboraron una propuesta final, que enviarán a cada Cámara para su aprobación. De acuerdo con la senadora Nelson de Flower Mound, a pesar de la pandemia y la consecuente caída económica, las negociaciones entre las dos Cámaras fueron amenas y productivas. “Les digo, no hubo ni siquiera una buena pelea”, dijo Nelson, quien dirige por cuarta vez consecutiva la elaboración del presupuesto en el Senado. Su contraparte de la Cámara Baja, el presidente del Comité de Asignaciones y representante Greg Bonnen de Friendswood, retomó las palabras de la senadora y elogió a los delegados de cada Cámara, que trabajaron bien en conjunto a pesar de enfrentar un proceso presupuestario inusualmente desafiante y complejo. “Aterrizamos este avión con mucha suavidad”, dijo el representante. “Los delegados hicieron un trabajo increíble… fue un ejemplo excelente de un grupo de personas trabajando en conjunto para resolver problemas y tratar las cosas que le importan al pueblo de Texas”.
Luego de negociar por semanas, miembros del Comité Senatorial de Finanzas y del Comité de Asignaciones de Representantes se pusieron de acuerdo en un presupuesto final que presentarán ante cada Cámara respectivamente.
Si bien se temieron recortes presupuestarios por la crisis económica que causó la pandemia, la recaudación estatal de impuestos superó las proyecciones, y el estado espera finalizar el bienio con fondos a favor y sin reducciones significativas a los servicios hasta el 2023. “Estar aquí hoy, a punto de pasar un presupuesto, un presupuesto equilibrado, que satisface nuestras necesidades es muestra de la resiliencia de Texas”, dijo Nelson. Los cálculos de ingresos preliminares hechos en el verano eran poco prometedores: pronosticaban un déficit de cinco billones de dólares para el bienio actual y un halo de incertidumbre en los años siguientes. El panorama en enero parecía ser mejor, aunque todavía se vaticinaba un déficit de un billón de dólares. A medida en que aumentó el ritmo de vacunación y la reapertura de los comercios, los texanos empezaron a querer salir y gastar dinero. En consecuencia, la recaudación por impuestos sobre las ventas superó las proyecciones, incluso se rompió el récord del total recaudado en un mes en abril, cuando se obtuvieron $3.4 billones. A principios de mayo, el contralor Glenn Hegar pronosticó que el estado terminaría el bienio 2020-2021 con un déficit de $946 millones, pero luego cambió esa proyección a un saldo a favor de $725 millones. Hegar también aumentó los ingresos proyectados hasta el 2023 en más de $3 billones de fondos discrecionales. Si se cuentan los capitales federales, el cálculo de los fondos totales ascendería a $24 billones, gracias a los $1.9 trillones del American Rescue Plan aprobado por el Congreso en marzo.
La versión del presupuesto que se aprobó el miércoles realiza un pequeño aumento al gasto en el bienio actual si bien se mantiene dentro de los límites constitucionales y por debajo de la inflación, según dijo Nelson. Cabe destacar que el presupuesto costea por completo los incrementos destinados a educación pública que se aprobaron en 2019 a través de la reforma histórica en financiamiento de educación, la HB 3. Este tema era prioritario entre los legisladores en la sesión actual.
El proyecto del presupuesto será sometido a una votación decisiva en Senadores y Representantes. “Llevaremos a cada cámara un presupuesto responsable que mantiene un estado de Texas fuerte y exitoso”, dijo Nelson a los miembros. En sus cuatro sesiones como presidenta de Finanzas, el presupuesto final se aprobó en el Senado de forma abrumadora, y con un panorama económico mejor de lo que se esperaba hace algunos meses, probablemente también sea así en esta ocasión. Una vez que ambas Cámaras avalen la propuesta del comité conciliatorio, llegará a manos del gobernador Greg Abbott para la ratificación final.
Los delegados de la Cámara Alta y Baja tienen una última tarea significativa por delante: adoptar el presupuesto suplementario del bienio actual. Como los presupuestos estatales en Texas son prospectivos, es decir, se basan en proyecciones, cada sesión, los legisladores deben revisar el cálculo de los ingresos que se hizo hace dos años en relación con lo que efectivamente se recaudó. El Comité Senatorial de Finanzas tiene programado tratar ese tema en una audiencia el jueves.
El Senado volverá a reunirse el jueves, 20 de mayo, a las 11 a.m.
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