(AUSTIN) — Texas recibió billones de dólares en ayuda federal por la pandemia de la covid-19 y es posible que reciba más en las próximas semanas, pero la senadora de Flower Mound y presidenta del Comité de Finanzas, Jane Nelson, dijo a los miembros del comité el miércoles que por ahora hay más preguntas que respuestas sobre los paquetes de ayuda federal provenientes del Plan de Rescate Estadounidense (ARPA, por sus siglas en inglés). “Circulan muchas concepciones equivocadas”, dijo a los miembros. “Todavía seguimos examinando las pautas sobre el uso de los fondos federales que se aprobaron en el gobierno pasado, apenas estamos empezando el proceso para los fondos que van a llegar a Texas bajo el [ARPA]”.
Mientras el Comité Senatorial de Finanzas consideraba las recomendaciones de los grupos de trabajo el miércoles, la presidenta del Comité y senadora Jane Nelson de Flower Mound dijo a los miembros que no cuenten con la ayuda federal por venir.
Nuevamente el panel acudió a Sarah Hicks, la directora de políticas y presupuesto de la Oficina del Gobernador, en búsqueda de precisiones. Hicks se había comparecido ante el comité con anterioridad, en febrero, cuando explicó en qué se habían gastado los 8 billones de dólares que recibió el estado de Texas el año pasado a través del paquete de ayuda federal CARES. A través de ARPA, el estado espera recibir todavía más fondos, alrededor de 16.7 billones de dólares, aunque no está claro cuándo llegarán o a qué pueden destinarse, comentó Hicks. “Todavía es más lo que no sabemos que lo que sí”, dijo. “Seguimos a la espera de muchos lineamientos”. Explicó que hay dos condiciones importantes a las que atenerse: los paquetes de ayuda no se pueden usar en bajar los impuestos, ni tampoco en consolidar los fondos de pensiones. Lo único que se puede cubrir son gastos “vinculados a la covid”, pero Hicks dice que no queda claro qué queda incluido y qué no.
Si bien millones de estadounidenses ya recibieron cheques de estímulo y créditos impositivos a través de ARPA, la ayuda estatal tardará más en llegar, contó Hicks al comité. El gobierno federal sigue trazando directrices sobre la forma en que los estados pueden gastar los fondos. Una vez que estén definidas, el estado puede certificar que acepta las condiciones y luego el Departamento de Tesoro tiene sesenta días para entregar los recursos. “No sé si tardará un día o sesenta, pero esa es la cantidad de tiempo que tiene el Departamento del Tesoro”, dijo Hicks al comité. Nelson reflexionó que esto podía implicar que la ayuda federal no llegue hasta que termine la sesión el 31 de mayo, mucho después de que el presupuesto estatal haya sido aprobado por la legislatura y firmado por el gobernador. Podría tomar incluso más tiempo, ya que la ley permite que el pago se haga en dos partes. De esta forma, el Departamento del Tesoro podría retener hasta la mitad de los fondos por un año desde la certificación como máximo.
Hicks dijo que hay otros planes de ayuda que llegarán a Texas además del estatal, como un paquete de 10 billones de dólares en ayuda local y otro de 12 billones destinado a la educación pública. Sostuvo que los fondos destinados a educación deberían llegar a los estados primero, pero que se encuentran sujetos a condiciones. A lo largo de la sesión, Nelson hizo hincapié repetidas veces en los problemas que podrían surgir de aceptar fondos federales que vienen con condiciones. “Esos doce billones parecen realmente muy tentadores, pero hay una serie de requisitos de mantenimiento del nivel de recursos que tenemos que examinar con mucha atención antes de aceptar el dinero”, dijo a los miembros.
El debate tuvo lugar el miércoles mientras el comité termina de analizar las recomendaciones de los grupos de trabajo y se prepara para someter el presupuesto final a consideración de la totalidad del Senado. El presupuesto inicial proponía gastar alrededor de 250 billones de dólares en 2023, que incluyen fondos federales y estatales, así que los casi 30 billones de ayuda estatal, local y para la educación que llegarían a Texas a través de ARPA podrían afectar considerablemente la composición del presupuesto. No obstante, Nelson dijo a los miembros que son tantas las incógnitas en torno a los fondos federales que no se puede contar con ellos al planear las asignaciones del próximo bienio. “Quiero expectativas mesuradas; no tenemos 17 billones de dólares para gastar de ahora a que termine la sesión como parecería que piensan muchos”, dijo. “Me alegra mucho que tengamos más fondos para gastar en educación y otras cosas… en algún momento. Pero ahora mismo, mantengamos este presupuesto ajustado”.
El Senado volverá a reunirse el jueves, 25 de marzo, a las 12 p.m.
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