(AUSTIN) — El jueves, el único miembro restante del directorio de PUC fue interrogado intensamente por los miembros del Comité Senatorial de Jurisprudencia, en una audiencia que incluyó la inusual aparición del vicegobernador. Se le preguntó por los recargos billonarios que, según un ente controlador independente, se les hicieron a las compañías eléctricas durante la tormenta invernal de febrero. Arthur D'Andrea fue el último comisionado que quedó en la PUC luego que la expresidenta DeAnn Walker y la comisionada Shelley Botkin renunciaran a raíz de la crisis energética que dejó a 4.5 millones de texanos sin electricidad, en algunos casos por días. Esta semana el vicegobernador y 28 de los 31 miembros del Senado de Texas firmaron una carta en la que solicitan a D'Andrea que dé marcha atrás con los recargos, que dejaron por lo menos a una compañía de servicios públicos en bancarrota. D'Andrea dijo al Comité, el jueves, que no tenía el poder de hacerlo, ni que pensaba que había sido un error fijar el precio lo más alto posible. Esto no fue bien recibido de parte de los legisladores.
La senadora Joan Huffman de Houston y el Comité Senatorial de Jurisprudencia cuestionaron, el jueves, las decisiones de PUC y ERCOT durante la crisis eléctrica causada por la tormenta invernal de febrero.
Lo que subyace es un informe de Potomac Economics, un supervisor del mercado independiente que se encarga de vigilar al Consejo de Fiabilidad Eléctrica (ERCOT), el cual opera la red eléctrica y el mercado mayorista de electricidad de Texas. Mientras la red colapsaba el 15 de febrero y la generación no alcanzaba para suplir la demanda, ERCOT emitió una orden para fijar el precio del megawatt en el máximo posible por reglamento: $9,000. En un día normal, el precio por megawatt es alrededor de $30, por lo que esa cifra era de un orden de magnitud muy superior. Los partidarios de la electricidad desregulada dicen que fijar un precio tan alto hace dos cosas: incentiva a los generadores de energía a volver a generar, ya que los precios son elevados, y fomenta que los clientes grandes del mercado mayorista, como las fábricas, consuman menos para no tener que pagar cuentas caras. Carrie Bivins, representante de Potomac, dijo al Comité que ir por el precio máximo fue la decisión acertada, aunque debería haberlo dejado flotante para permitir que el mercado lo defina una vez que la emergencia inmediata se terminara y la red eléctrica se estabilizara, en algún momento del 17 de febrero. En vez de eso, el precio siguió fijo en el máximo por 32 horas más, lo que resultó en un recargo de $16 billones en los que no se hubiera incurrido si el mercado hubiese fijado los precios como corresponde.
D'Andrea testificó que no puede corregir los recargos porque carece de la autoridad legal. Dijo que el precio se fijó en el máximo por tanto tiempo porque los operadores de ERCOT querían estar seguros de que los clientes grandes del mercado industrial no volvieran a consumir hasta que ERCOT supiera que podía manejar un auge en la demanda. D'Andrea testificó que inicialmente creyó que mantener el precio tan alto era un error, pero que luego de hablar con el CEO de ERCOT Bill Magness, que le explicó la situación, entendió que era lo correcto. El vicegobernador Dan Patrick, que se sumó un comité para interrogar a un testigo apenas por segunda vez en su mandato, dijo que eso no era lo que D'Andrea le había dicho por teléfono a principio de semana. “Cuando hablamos por teléfono el martes, no me dijo nada de que Bill estaba preocupado por la vuelta de los clientes industriales”, dijo Patrick. “En ese momento dijo que fue un error y que mantener el precio en $9 ,000 era la decisión equivocada porque la orden caducaba la noche anterior. No me dijo nada de lo que Bill Magness dijo algo”.
Patrick también expresó preocupación por lo que le parecieron inconsistencias entre el testimonio de D'Andrea ante el Senado en la tarde y lo que testificó ante la Cámara de Representantes en la mañana. Finalmente, Patrick se preguntó si se podía confiar en D'Andrea para que supervise las reformas necesarias a ERCOT. “Tomaremos una decisión, o el gobernador tomará una decisión, y necesitamos a alguien que consideremos creíble”, dijo Patrick. “Las cosas que dice a la mañana y las que dice a la tarde son completamente diferentes, es difícil aceptarlo como un testigo creíble”.
El Senado volverá a reunirse el martes 16, a las 3 p.m.
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