Austin – La propuesta que cambiaría la manera en que el estado paga por la educación pública y a la vez reduciría los impuestos locales de propiedades fue aprobada el lunes en el Senado, dando un paso más hacia su promulgación en ley. De alta prioridad para la dirigencia del estado este año, la medida reduciría los impuestos locales a propiedades en 10 centavos/dólar y actualizaría las fórmulas de financiamiento para una diversa población estudiantil en Texas, según dijo su autor, el Senador Larry Taylor de Friendswood. El senador describió el sistema vigente como uno que “comenzó a principios de los ochenta y ha tenido muchos parches… es muy complejo, muy caduco, y no cubre las demandas que tenemos que enfrentar”. El actual sistema es especialmente deficiente, añadió Taylor, en cubrir las necesidades de estudiantes en desventaja económica, que hoy son más de la mitad de todos los estudiantes de escuelas públicas en Texas.
El presidente del Comité de Educación, Senador Larry Taylor de Friendswood, dirigió el trabajo del Senado para diseñar la legislación que reformaría el financiamiento a la educación y los impuestos locales de propiedad.
Para mejorar el rendimiento académico de este grupo, la medida aumentaría el financiamiento a la educación infantil de estudiantes provenientes de familias de bajos recursos, incluyendo programas de pre-jardín de día entero y alta calidad para incrementar el número de niños que leen a nivel del grado a fines del 3º. Éste es un nivel crítico, dijo Taylor, ya que toda futura educación depende de la capacidad de lectura del estudiante. El financiamiento dependerá parcialmente del rendimiento obtenido: las escuelas recibirían dinero por adelantado para mejorar el nivel de lectura de estudiantes en desventaja económica, pero también recibirían un bono por todo estudiante que cumple esos estándares. Las escuelas tendrían libertad de usar una evaluación de lectura acreditada en vez del examen STAAR.
Los distritos recibirían fondos adicionales por todo estudiante en desventaja económica, y aún más dependiendo de la densidad del nivel de pobreza en las comunidades que sirven. Independientemente del nivel de pobreza, todo distrito recibiría un aumento de $740 en el principal factor de la fórmula de financiamiento a escuelas, su asignación básica. Hay otros fondos dedicados a programas de doble idioma, dislexia y preparación post-secundaria. La medida incluye el aumento salarial anual de $5,000 para todo maestro y bibliotecario de escuelas públicas, y también una escala de pagos basada en rendimiento estudiantil que permitirá a distritos pagar extra a sus mejores maestros y aquellos que trabajan en escuelas que suelen tener bajo rendimiento.
Para los contribuyentes propietarios, la parte del impuesto a la propiedad cobrado por distritos escolares bajaría 10 centavos por dólar, con una tasa de restitución (rollback) de 2.5% que limitaría los aumentos. Para cubrir este gasto, la medida contemplaba inicialmente un aumento del uno por ciento en impuestos estatales de ventas, pero una enmienda a la propuesta lo financiaría con otras fuentes. Transferiría parte de los ingresos del impuesto a la explotación del gas y petróleo, alrededor de $2.3 billones por bienio, del fondo de emergencias (Rainy Day) a un nuevo fondo dedicado a la compresión del impuesto a propiedades, llamado fondo de Reducción de Impuestos y Excelencia en la Educación (TREE). Sumado a algunos cambios en la manera en que el estado recauda impuestos de venta por compras electrónicas y una transferencia del Fondo Escolar Permanente, más $2.7 billones ya destinados en el presupuesto para este fin, la medida suma en total $5.6 billones para recortes del impuesto a la propiedad.
De aprobarse en ley, sería la primera vez en décadas que el estado logra reformas sustanciales en el financiamiento a la educación sin un mandato judicial. Si la Legislatura no resuelve el financiamiento a escuelas por propia iniciativa, Taylor advirtió que el estado se encontrará pronto en una situación ya familiar. “La corte nos dio la oportunidad de trabajar en esto y éste es nuestro momento o volveremos a caer en el viejo modelo de las tres décadas pasadas: fallo de la Corte Suprema, parches, más fondos en un área determinada, decisión de la Corte suprema, parches, más dinero en ciertas áreas…”, dijo, “Tenemos que quebrar ese círculo, tenemos que empujar a nuestro sistema de financiamiento escolar al siglo XXI”. La medida va ahora a negociación con la Cámara de Representantes para conciliar las diferencias entre las dos versiones de la misma creadas por las cámaras.
El Senado vuelve a reunirse el martes 7 de mayo, 2019, a las 11 am.
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