AUSTIN El Senado dio el jueves aprobación unánime a una propuesta que intenta mejorar el tratamiento de personas con posibles trastornos mentales en prisiones condales. La medida fue nombrada en honor de Sandra Bland, quien supuestamente se quitó la vida en su celda después de pasar tres días encerrada, en julio de 2015. Un estudio interino del Comité de Justicia en lo Criminal halló que 26 personas se suicidaron en prisiones condales de Texas en 2016, lo que llevó a reformas inmediatas en la manera en que se evalúa la salud mental de las personas al ingresar a prisión. El presidente del comité, Senador John Whitmire de Houston, ofreció una propuesta para seguir mejorando la respuesta que se le da a prisioneros en situaciones de crisis mental. “Cuando se le niega a alguien su libertad, somos responsables de la seguridad y bienestar de esa persona”, dijo a sus colegas.
La medida del Senador John Whitmire de Houston mejoraría el entrenamiento del personal de prisiones condales, en reconocimiento de posibles condiciones mentales y técnicas de resolución de conflictos.
Whitmire señaló que aún personas sin enfermedad mental pueden experimentar grave ansiedad y estrés cuando son encarceladas. Para personas con trastornos conocidos, la reacción puede ser aún peor. Su propuesta SB 1849 mejoraría el entrenamiento que reciben los guardias de prisión, incluyendo técnicas de resolución de conflictos cuando tratan con personas que podrían sufrir de trastorno mental. Si la persona parece estar pasando por una crisis de salud mental al ingresar a prisión, los guardias deben notificarlo al juez del caso dentro de las 12 horas, en vez de las 48 horas requeridas en la ley actual. La medida también permitiría a ciudades y condados diseñar otras variantes, en vez de prisión, para condenados no violentos con trastornos mentales o problemas de drogadicción. “Esta es una obra legislativa de reconocimiento y prevención de la salud mental, que creo hará mucho para prevenir futuras tragedias causadas por el confinamiento en prisiones condales”, dijo Whitmire. Aprobada sin oposición, la medida va ahora a consideración de la Cámara de Representantes.
También el jueves, el Comité Senatorial de Educación consideró una importante reforma al financiamiento de escuelas, la HB 21 de la Cámara de Representantes con cambios sustanciales agregados en el Senado. El presidente del comité, Senador Larry Taylor de Friendswood, promueve esta medida y le sumó conceptos de su propuesta de vouchers escolares, la SB 3. El texto agregado asignaría fondos públicos para pagar matrículas en escuelas privadas a estudiantes con discapacidad. Éstos podrían recibir hasta el 90 por ciento del costo promedio anual de educar a un estudiante en escuela pública.
La propuesta mantiene muchas de las provisiones aprobadas en la cámara baja, que intenta empezar el proceso de reformar cómo se paga por la educación pública en el estado. “Aunque la HB 21 no es una reforma integral a nuestro sistema actual, la medida hace ciertas mejoras al cancelar del sistema ciertas ineficiencias y desigualdades”, dijo Taylor. La medida terminaría con algunas adiciones financieras fuera de la fórmula estándar, como la de transporte y escuelas secundarias, agregando esos fondos a la fórmula general. Para escuelas que dependían de asistencia por el recorte del 2006 en el impuesto de propiedades, la medida crea un mecanismo para cancelar gradualmente esa ayuda durante los próximos cuatro años. También aumentaría la asignación básica, y el financiamiento para educación bilingüe y para estudiantes con dislexia. La penalidad por el ajuste a distritos pequeños en la actual fórmula de financiamiento, que significa que los distritos menores de 300 millas cuadradas reciben menos financiamiento, también desaparecería gradualmente en seis años. Los legisladores todavía no tienen el costo de la versión senatorial de la propuesta, pero Taylor dijo a sus colegas que sería inferior al $1.8 billón aprobado en la cámara baja.
El Senado vuelve a reunirse el lunes 15 de mayo a las 2 p.m.
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