RESUMEN SEMANAL
AUSTIN – El Senado aprobó esta semana dos medidas que podrían incidir en el precio de matrículas universitarias en Texas. En el 2003, la Legislatura dio libertad a las universidades para que fijaran sus propios precios. Desde entonces, el costo promedio de las matrículas se ha más que duplicado, y muchos legisladores consideran cometieron un error y tratan ahora de dar marcha atrás. “La política de liberalización de precios ha perjudicado a los estudiantes de Texas, ha perjudicado a las familias de Texas, y yo creo debe ser revertida”, dijo el Senador Charles Schwertner de Georgetown el martes. “Yo creo que la responsabilidad por el acceso a la educación superior recae en nosotros”.
La SB 19 del Senador Kel Seliger de Amarillo, presidente del Comité de Educación Superior, permitiría a las universidades aumentar la matrícula por encima del índice de inflación solo si cumplen ciertas metas. La medida fija once criterios diferentes --como el índice de graduación en cuatro y seis años, el período promedio de graduación, y los títulos entregados a estudiantes considerados en riesgo; las universidades deberían cumplir seis de esas metas para poder aumentar sus precios. Aún así, el aumento en la matrícula estaría limitado a no más del uno por ciento más el índice de inflación. La matrícula y gastos administrativos en universidades estatales quedarían congelados durante los próximos dos años, mientras la Junta Coordinadora de Educación Superior determina las cifras específicas en cada una de las once metas para cada institución.
Una segunda propuesta, la SB 18 también de Seliger, terminaría con un programa obligatorio que destina una parte de los ingresos por matrículas a la asistencia económica de ciertos estudiantes. El programa fue creado el mismo año en que la Legislatura liberalizó los precios, con el fin de compensar por los anticipados aumentos en la educación superior, requiriendo que toda universidad destine el 15 por ciento de ingresos por matrículas ‘designadas’ (el excedente de $50 por crédito hora) en asistencia económica a estudiantes necesitados. Seliger no encuentra justo que algunos estudiantes --que podrían tener que trabajar o pedir préstamos--deban subsidiar la matrícula de otros. “Yo creo que los estudiantes y familias que luchan por cubrir el costo de la universidad no deberían tener que pagar también la de otros”, dijo el senador. La medida no reduciría necesariamente el costo de matrículas, pero fue enmendada para crear un nuevo programa de asistencia económica para instituciones que reduzcan sus precios en por lo menos cinco por ciento.
También esta semana el Senado aprobó una medida que, según su autora, pondría a Texas al frente de la lucha contra la violencia sexual en universidades. La SB 576 de la Senadora Joan Huffman de Houston surge de la considerada epidemia de violaciones en universidades de Texas, muchas de las cuales no son denunciadas. Su propuesta implementaría estrictos requisitos para alentar las denuncias de estas agresiones por parte de administradores universitarios, y la respuesta que se les da en instituciones. “Creo que estas normativas para la denuncia podrían ser las más severas en el país pero es hora de cambiar la cultura de universidades sobre el tema”, dijo Huffman. “Esto es totalmente inaceptable, y Texas debe encabezar la lucha contra este problema”.
Su medida ordenaría a empleados universitarios reportar todo incidente de agresión sexual o enfrentar despido y posibles acciones legales. Los presidentes de universidades deberán presentar informes semestrales a su junta de regentes con el número de agresiones, y situación o resultados de la investigación. Esos informes estarían disponibles a los medios y el público en general. Los oficiales electos por estudiantes, como aquellos en fraternidades y hermandades, también tendrán que reportar todo incidente de agresión sexual, bajo pena de suspensión o aún expulsión.
El Senado vuelve a reunirse el lunes 3 de abril a las 2 p.m.
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