AUSTIN – Los consumidores de Texas tendrían una pequeña reducción en sus facturas de telecomunicaciones, al expirar un impuesto usado para el desarrollo de la infraestructura de telecomunicaciones. El Vicegobernador David Dewhurst anunció hoy en conferencia de prensa el fin del impuesto a proveedores de servicios para el Fondo de Infraestructura de Telecomunicaciones (TIF). Este programa era usado para mejorar las conexiones a escuelas y hospitales rurales, pero Dewhurst dijo que ha cumplido su propósito. “Este ha sido un buen programa, ha literalmente conectado al estado para mucha gente, para nuestras escuelas, así que ha habido mucho beneficio. El trabajo está terminado por lo que eliminaremos el impuesto; durante los próximos tres años vamos a reducir 600 millones de dólares en impuestos para los contribuyentes de Texas”, señaló. “Yo creo que son buenas noticias”.
Dewhurst también aprovechó esta oportunidad para tratar el impacto de la actual crisis económica en Texas. Mientras el resto del país sufre una depresión económica, Dewhurst dijo que la economía de Texas permanece sólida. “Obviamente en el país, estos son tiempos duros, pero aquí en Texas estamos en muy buen estado porque hemos tomado serias decisiones en años pasados”, aclaró. Dewhurst mencionó la reducción de $1.4 billón en impuestos a la propiedad aprobados en la pasada sesión, así como un menor índice de impuestos comparado a otros estados y políticas en pro de la empresa como razones por las que Texas debería mantenerse a flote en este temporal económico. “Hemos tratado de ser muy conservadores en los pasados cinco años, tratamos de mantener los impuestos bajos aquí en Texas. Tratamos de asegurar que en la Legislatura, toda vez que encontramos un impedimento para el crecimiento de nuestra economía, lo derribamos”.
Aunque el estado podría experimentar un pequeño superávit cuando la Legislatura comience su sesión en enero, Dewhurst dijo a la prensa que los legisladores deben continuar esta tendencia de ser fiscalmente conservadores. El vicegobernador advirtió que el nuevo impuesto a los negocios espera recaudar $1.4 billón menos de lo estimado, y que el costo al estado por el huracán Ike podría ser de billones de dólares. Sumado al mayor crecimiento, mayores costos de combustibles y un posible aumento en la carga estatal de Medicaid, Dewhurst dijo que los legisladores deben ser muy cuidadosos en el gasto.
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