AUSTIN – El Comité Senatorial de Finanzas recibió hoy testimonio sobre lo que ahorrará el estado con el nuevo programa federal de medicinas, y las dificultades que están teniendo los farmacéuticos de Texas con la implementación del nuevo programa federal. El 1º de enero de este año, el gobierno federal lanzó el nuevo plan de seguros que cubriría la mayor parte del costo de los medicamentos de miembros de Medicare. Conocido como Medicare-Parte D, este programa reemplaza la responsabilidad estatal de cubrir los medicamentos de jubilados.
Según analistas de la Junta Legislativa del Presupuesto, el estado ahorrará alrededor de $400 millones anuales en su presupuesto de Medicare. Pero la mayor parte de este ahorro será enviada al gobierno federal para contrarrestar el costo de la cobertura de medicinas. Después de rembolsar este dinero y pagar otros gastos de Medicare-Parte D al gobierno federal, Texas tendría un ahorro de aproximadamente el 10 por ciento de su presupuesto anual de Medicare.
El programa federal, administrado por Centros de Servicios Medicare y Medicaid (CMS por sus siglas en inglés), ha tenido dificultades para cubrir a todo paciente elegible, especialmente aquellos con acceso tanto a Medicare como Medicaid. Bajo la nueva ley, estos pacientes de elegibilidad doble reciben cobertura para sus medicinas a través de Medicare-Parte D. Debido a problemas de computación e implementación, la mayoría de estos pacientes con elegibilidad doble no aparecen cubiertos por el programa federal. CMS ha autorizado a gobiernos estatales a pagar la cobertura de estos pacientes con fondos existentes de salud estatal, prometiendo rembolsar el total en el futuro. El programa de reembolso originalmente cubría los costos hasta el 15 de febrero, pero ahora permite a los estados extender el plazo semana a semana. Texas está actualmente en su segunda extensión.
Uno de los problemas causados por esta confusión en la cobertura es un mayor costo para las farmacias. Richard Beck, vicepresidente ejecutivo de Asuntos Farmacéuticos para Farmacias Americanas, una cooperativa independiente de farmacias, dijo que muchas farmacias locales se ven obligadas a entregar los medicamentos a pacientes sin recibir el reembolso del gobierno estatal o federal por semanas y aún meses. Beck agregó que los farmacéuticos del estado han gastado millones de dólares para educar a empleados y pacientes sobre el nuevo y muchas veces confuso sistema, y han tenido mayores dificultades en inscribir a pacientes en el plan de medicamentos adecuado.
Aún así, el mayor problema, según Beck, es el costo incurrido por las farmacias por la demora en el pago de parte del gobierno. Un farmacéutico de la cooperativa ha tenido que cerrar su negocio a consecuencia de estos altos costos, y otros están considerando cerrar o pedir préstamos de cientos de miles de dólares para cubrir el gasto.
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