por Royce West
Senado de Texas

Dios no permita que otra familia tenga que sufrir la angustia provocada por los efectos de las acciones de Sean Grayson, ex sheriff adjunto del condado de Sangamon, Illinois. Grayson fue despedido y ahora enfrenta tres cargos de homicidio por la crueldad que mostró al quitarle la vida a Sonya Massey, una mujer negra, madre de dos hijos, tarde en la noche del jueves 6 de julio.

Es desgarrador ver el último minuto o minuto y medio de vida de Massey, que llamó al 911 por temor a un posible intruso merodeando afuera de su casa. La policía no encontró rastros de un intruso. No obstante, el resultado del encuentro suma otro capítulo doloroso a la saga sobre la manera en que un grupo de personas, que esperamos no sean más que personas atípicas (que todavía integran las filas de la policía), contemplan a los ciudadanos que pertenecen a minorías.

Unos segundos después de decirle a Massey bruscamente que le dispararía en la cara, Grayson ejecuta. Las últimas palabras asustadas de Massey fueron "lo siento", dirigidas a Grayson, mientras se agachaba tratando de eludir la línea de fuego. En un solo movimiento intencionado, Grayson avanzó hacia delante y al costado antes de disparar tres veces a quemarropa por encima de un mostrador de cocina. La vida de Massey termina. El terror de las personas afroamericanas resurge.

¿Pero cómo puede ser que las cosas terminaran tan mal tan rápido, a pesar de los indicios de que el resultado podría haber sido otro? Cuando le preguntaron por qué tardó tanto en abrir la puerta, Massey, que estaba sola en casa, respondió que se estaba vistiendo. Yo podría estar de acuerdo en que inspeccionar el interior de una casa es parte del procedimiento debido cuando se responde a un llamado sobre un posible intruso. Al alejarse de la puerta, se puede oír que Massey dice: "He estado tomando mis medicamentos". Una casa que parece desordenada no es un delito, pero podría ser indicio de que algo no anda bien con la persona que hizo el llamado. La víctima tampoco pudo encontrar su identificación cuando la policía se la pidió.

Para obtener una licencia de policía en Texas, un cadete tiene que completar 736 horas de capacitación. Los agentes de policía en actividad deben completar 40 horas de educación continua cada dos años. Desde la aprobación de la ley Sandra Bland en 2017, todos los policías deben completar 40 horas de capacitación en materia de intervenciones en situación de crisis. Es posible que Grayson haya oído, aunque no interiorizado capacitaciones similares, incluidas las instrucciones para desescalar situaciones.

Sin embargo, en Texas, Grayson no habría podido llevar la placa de policía, tras declararse culpable de delitos menores de conducir bajo la influencia en 2015 y 2016 (hubo un tercer cargo que fue desestimado). La ley de Texas indica que toda persona declarada culpable de un delito menor clase B no puede ser agente de policía. A lo largo de cuatro años, seis agencias de policía en Illinois habían empleado a Grayson, algunas como agente de tiempo parcial, si bien luego él renunció para trabajar tiempo completo con otra agencia. La Oficina del Sheriff del condado de Logan recomendó que Grayson tomara "clases de manejo de decisiones de alto estrés", luego de que se fuera parte de una persecución automovilística. En esa ocasión, se reprendió a Grayson por falsificar información en su informe.

Los cambios hechos a la ley de Texas en 2021 y 2023 exigen que haya una base de datos sobre licencias policiales que contenga los archivos correspondientes a todos los empleados y también exige un control de antecedentes previo a la contratación de un policía o la entrega de una licencia de policía. Además, toda investigación administrativa o por mala conducta que se inicia se debe completar, sin importar el estado del agente en esa agencia.

Grayson también habría violado la ley de Texas y la política de las agencias por activar su cámara corporal solo después de que produjeran los disparos. Sin embargo, la cámara de su compañero estaba encendida. Grayson habría violado otra ley de Texas, de la que fui autor, que exige que los policías ayuden a una persona que sufre heridas en un incidente. Grayson también desalentó a su compañero de brindar esta ayuda, la grabación muestra que dijo: "Es un tiro en la cabeza. Ya está".

Los informes revelaron un intento de esconder lo sucedido, ya que se oyó por la radio a los agentes en la escena decir que la herida de Massey era "autoinfligida". El padre de Massey le dijo a Gayle King de CBS que el departamento de Sheriff no les dijo, en un principio, que hubo un policía involucrado en el tiroteo, algo que reiteró el hijo de 17 años de Massey.

Si bien Texas ha mejorado sus leyes para proteger mejor a los ciudadanos, hace falta un mejor rendimiento de cuentas y más capacitación, aquí y en todo el país. Atatiana Jefferson fue asesinada en su casa. Sí, el agente luego fue declarado culpable de homicidio culposo. El agente que disparó y mató a Botham Jean en su departamento cumple ahora una sentencia de 10 años. Y el agente que le disparó a un auto que ya lo había sobrepasado antes de matar a Jordan Edwards, de 15 años, fue sentenciado a 15 años de prisión. Y no olvidemos a Brionna Taylor, que dormía en su cama cuando unos agentes de policía con información incorrecta la mataron. ¿Se nota el patrón?

Veintidós años después de que conseguía la aprobación de la primera ley de Texas sobre perfiles raciales, la cual exigía cámaras en los autos de policía, y nueve años después de un proyecto que elaboré que establecía una política en todo el estado y exigía cámaras corporales, James Wilburn, padre de Sonya Massey, todavía siente la necesidad de decir: "Gracias a Dios por el video de las cámaras corporales".

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