Comunicado de prensa
DE DIFUSIÓN INMEDIATA
Junio 5, 2020
Contacto: Kelvin Bass
(214) 467-0123
Un pedido de cambio, un pedido de justicia
por Royce West
Senado del Estado de Texas

Muchos americanos han despertado a la terrible realidad de que sí, la mala conducta policial existe, después de ver los últimos nueve minutos en la vida de George Floyd. Pero para demasiados afroamericanos, es otro verso de una canción que la sociedad en general no ha querido oír.

Solo dos semanas antes, la policía de Louisville disparó y mató a Breonna Taylor, de 26 años de edad y estando en su propia cama, como resultado de cuestionables tácticas de ejecución de órdenes judiciales sin llamar a la puerta. En Fort Worth el octubre pasado, Atatiana Jefferson murió a manos de un agente que disparó a su ventana, estando en la propiedad sin anunciarse. Y en 2018, la ex agente de Dallas Amber Guyger puso fin demasiado pronto al futuro prometedor de Botham Jean.

A muchos de nosotros nos dejaron pensando que la gente negra no puede sentirse segura en ningún lado, ni siquiera en su propia casa.

No, estas historias no son nuevas. Recordamos las muertes de Jordan Edwards en Balch Springs en 2017, Walter Scott en 2016, Philando Castile y Alton Sterling en 2016, Michael Brown en 2014 y Eric Garner en 2013. Esas vidas terminaron sin justificación, la mayoría sin que los responsables enfrentaran el tipo de consecuencia legal que enfrentaría la gente sin insignia si mata a una persona. Pero aún las raras sentencias de culpabilidad no borran el dolor de los familiares ante la pérdida de sus seres queridos.

Ya es hora de hacer cambios en las leyes por el uso de fuerza letal a manos de aquellos que juramentaron cumplir con la ley. Es hora de respetar y valorar la vida de los americanos negros y de minorías. También es hora de que los líderes que no son negros o minoritarios dejen de actuar como si estos atroces e inhumanos actos a manos de la policía no suceden ni han sucedido. Lamentablemente, la ceguera de la negación, indiferencia y hasta complicidad ha estado presente durante siglos y pareciera renovarse en estos días.

Esos son los motivos por los que fui autor de la SB30 ó Acta de Educación de Seguridad Comunitaria en 2017, que enseña a oficiales y ciudadanos cómo deben responder en interacciones con la policía –con la intención de preservar la vida. El texto de la medida fue incorporado a exámenes de licencias de conducir en Texas, junto al entrenamiento a conductores, cursos de conducción defensiva e instrucción a policías.

Por las mismas razones fui autor de legislación para cámaras policiales corporales en 2015, y aprobé los primeros estatutos en Texas que prohíben el perfilado racial por la policía e instalación de cámaras dentro de vehículos patrulleros en 2001. Pero ninguna de estas disposiciones, ni la luz del día, ni los testigos presentes fueron suficientes para salvarle la vida a George Floyd ante la brutal crueldad de cuatro policías de Minneapolis.

Los historiadores aducen que los videos de perros de policía y mangueras de bomberos contra manifestantes pacíficos ayudaron a aprobar la legislación de Derechos Civiles de 1965. También fue necesario que los americanos blancos abrieran su consciencia y confirmaran que lo que estaban viendo era innegablemente injusto. Sesenta y cinco años después, todavía estamos en ese largo, tortuoso y a medio pavimentar camino hacia la justicia que ha dejado a algunos pasajeros varados.

Yo estoy comprometido a ayudar a pavimentar ese camino. Recientemente me reuní con activistas locales y agentes de Dallas con el fin de crear nuevos instrumentos o reformar los viejos, para juntos hallar la solución que lleve a un mismo y justo tratamiento bajo la ley para todos los americanos. Hace días la Corte Suprema de Estados Unidos dispuso que el concepto legal de inmunidad habilitada debe revisarse. ¡Hasta el Juez Clarence Thomas está de acuerdo! ¿Qué pueden hacer ustedes como ciudadanos? Permanecer vigilantes. Decir lo que piensan. Y sobre todo, VOTAR. ¡Necesitamos de su ayuda! Voten por funcionarios que hagan responsables a aquellos que violan el bien común, sin importar qué uniforme llevan o qué cargo tienen. Todos los americanos merecen el derecho a respirar.

Para mayor información, comuníquese con Kelvin Bass al 214-467-0123.

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