
DE DIFUSIÓN INMEDIATA
3 de febrero de 2025
Austin, Texas – Ayer, el Senado de Texas aprobó el Proyecto del Senado 2 (SB 2), trazado por el senador Brandon Creighton, de Conroe, el cual establece un programa de cuentas de ahorro para educación, conocidas en general como un proyecto de vales. El gobernador Greg Abbott incluyó este tema en su lista de emergencia, lo cual permitió que la medida pudiera tratarse y aprobarse en la Cámara Alta antes del 14 de marzo, el sexagésimo día de sesión.
El Proyecto del Senado 2 establece un programa universal de vales para escuelas privadas a través de cuentas para educación administradas por Contraloría. La propuesta se financia con fondos de Ingresos Generales, donaciones y otros. Todo niño/a de edad escolar puede solicitar inscripción al programa y califica para un vale de $10,000 al año. Los estudiantes con discapacidad pueden obtener $1,500 más. Los estudiantes que estén en la escuela en casa [homeschool], no inscriptos en escuelas privadas, podrían recibir $2,000 al año. El programa de cuentas de ahorro estaría limitado según la capacidad de las escuelas privadas.
El Senado de Texas aprobó el proyecto con 19 votos a favor y 12 en contra, y la medida se remitió a la Cámara de Representantes para su consideración.
El senador Juan "Chuy" Hinojosa votó en contra de la medida y emitió el siguiente comunicado:
“Voté en contra del Proyecto del Senado 2 porque socava el principio de que los fondos públicos de los impuestos deben invertirse en nuestro sistema escolar público inicial y medio. Nuestra Constitución garantiza la educación pública y gratuita, y es nuestro deber proteger este derecho fundamental. Este proyecto, disfrazado de "opciones escolares", crea un programa que subsidia la escuela privada con fondos de los contribuyentes, fondos que deberían usarse para apoyar y fortalecer a la escuela pública. En lugar de ello, la propuesta establece un sistema que desvía fondos públicos destinados a la escuela pública a la privada, las cuales no rinden cuentas a los contribuyentes.
Al quitarle fondos a la escuela pública, el Proyecto del Senado 2 daña a las instituciones que sirven a la gran mayoría de los estudiantes de Texas. Si 1%, 3% o 5% de los estudiantes de mi distrito, el Distrito Senatorial 20, aceptan los vales del Proyecto del Senado 2, esas escuelas públicas sufrirían pérdidas económicas considerables. Según mi análisis, con un 1% de participación en los vales, la escuela pública del Distrito Senatorial 20 perdería $25.3 millones, con un 3%, $76 millones y con un 5%, $127 millones. Los distritos más perjudicados serían los sistemas escolares grandes como Corpus Christi ISD (que perdería $13.5 millones si 5% aceptan los vales), Edinburg CISD ($13.8 millones con 5%) y Pharr-San Juan-Alamo ISD ($12.3 millones con 5%); todos estos distritos escolares sirven a miles de estudiantes. Perder estos fondos significa que los alumnos que se queden en la escuela pública tienen menos oportunidades educativas y menos calidad educativa.
Las escuelas públicas cumplen un papel clave en capacitar a la futura fuerza laboral de Texas. Les brindan a los estudiantes una educación que los prepara para el mundo moderno. Todo esto se logra sin que padres y madres tengan que escribir un cheque o pedir un préstamo para pagar por esta valiosa educación. Al usar los vales para desviar fondos estatales a las escuelas privadas, nos arriesgamos a debilitar el sistema de educación pública y perjudicamos el desarrollo de una fuerza laboral capacitada. Esto impacta negativamente en nuestra economía.
Es importante abordar las necesidades insatisfechas en las escuelas públicas antes de considerar el desvío de fondos del estado. Los maestros y empleados de las escuelas merecen un aumento por su dedicación incansable a la educación de los estudiantes. Podemos y debemos hacer más para dar solución a los costos elevados que pagan los educadores y sus familias por los seguros de salud, para asegurar su bienestar. También debemos priorizar la seguridad de nuestros estudiantes y abordar las necesidades insatisfechas de seguridad, también garantizar recursos suficientes para seguridad escolar. Si bien el Proyecto del Senado 2 brinda opciones para estudiantes de ingresos bajos, no garantiza que esos estudiantes puedan, en efecto, acceder a una educación privada de calidad.
El Proyecto del Senado 2 aumenta de manera considerable la preocupación en torno a los costos administrativos y la posibilidad de malversación de fondos a través de organizaciones certificadas de asistencia educativa y otras entidades privadas autorizadas a recibir los fondos de las cuentas. El detalle fiscal destaca que el programa requeriría auditorías, personal que garantice el cumplimiento de las normas y supervisión legal para investigar malversación de fondos y recuperarlos. Esto se hace eco de los problemas vistos en los programas de vales de otros estados, donde una supervisión laxa conlleva a que los fondos se usen en gastos fraudulentos o que incumplen los requisitos, incluidos artículos de lujo, entretenimiento y servicios privados no regulados. El riesgo es todavía mayor por la falta de estándares sobre cómo los vendedores y proveedores de servicios calificarían para recibir los fondos, lo cual abre la puerta a empresas predatorias que buscan abusar el programa sin brindar una educación de calidad.
Las escuelas públicas son la fundación de nuestras comunidades: se las debería financiar por completo y fortalecer, no socavarlas con políticas que desvían recursos a otro lado. Los vales no resuelven los problemas apremiantes que afectan a maestros y alumnos, por el contrario, los exacerban. Debemos enfocarnos en fortalecer nuestro sistema de educación pública, no desmantelarlo. Deberíamos canalizar nuestros esfuerzos en que las escuelas públicas sigan siendo la piedra angular de nuestras comunidades y brinden una educación de calidad para todos los texanos. Me opongo a los vales escolares y seguiré abogando por un futuro más próspero para nuestro sistema de educación pública. Es lo mínimo que merecen los estudiantes”.
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