Esta semana el Gobernador Greg Abbott visitó el Valle del Río Grande para ver en persona los efectos tanto del huracán Hanna como del coronavirus. Uno solo de estos sucesos ya es problemático para cualquier comunidad, pero los dos juntos ponen una gravísima carga en nuestro sistema de atención médica y en otros recursos públicos. Aunque éstos son tiempos difíciles, los encaramos de frente.

Sin embargo no podemos hacerlo solos, razón por la que me alegró que el gobernador anunciara el envío de mayores recursos del gobierno federal y estatal para ayudar a nuestra comunidad. Esta asistencia se suma a un ya profundo compromiso del estado para ayudar al Valle del Río Grande a contener y revertir los devastadores efectos de la COVID-19. Como dije antes, va a llevar un esfuerzo a todo nivel de gobierno –federal, estatal y local—el poder parar la propagación de COVID-19 y finalmente contener este virus.

Todos sabemos que nuestra comunidad ha sido profundamente afectada por la COVID-19. Esto ha producido escasez de profesionales médicos, especialmente enfermeros. Para asegurar que podamos tratar a todo el que lo necesita en la comunidad, el Departamento de Servicios Estatales de Salud ha aportado más personal y equipos médicos a nuestros hospitales. Esta ayuda ha consistido de 905 profesionales médicos solo en el Condado Hidalgo. El estado está gastando más de $100 millones semanales en lugares severamente afectados del estado, una gran parte de ellos en el Valle del Río Grande. Aunque onerosa, ésta ha sido la acción correcta y necesaria para mantener operando nuestros establecimientos médicos.

Encima de esta sustancial inversión, el gobernador, junto al Alcalde Jim Darling de McAllen, anunció que el Centro de Convenciones de McAllen será convertido en un centro médico para ayudar a cubrir la necesidad de mayor capacidad hospitalaria. Este centro puede tratar a hasta 250 pacientes, y estará equipado con camas de hospitales, y equipo y profesionales médicos. Además el estado tiene o está en proceso de emplear otras instalaciones alrededor del estado, incluyendo en Pharr y Harlingen. Estos lugares permitirán que pacientes que ya no necesiten estar hospitalizados después del tratamiento para COVID-19, pero siguen necesitando atención, sigan recibiendo el tratamiento mientras a la vez se liberan lugares en hospitales. Más aún, a pedido del estado, el gobierno federal está enviando dos fuerzas de tarea de aumento médico urbano de la Reserva del Ejército de EE.UU., de 85 personas cada una, a Harlingen y Edinburg para ayudar a combatir la COVID-19.

Éstos son pasos importantes tomados por los gobiernos federal y estatal, que reconocen los graves problemas que hemos enfrentado recientemente con la COVID-19 y ahora el huracán Hanna. Espero que el condado también haga la necesaria inversión en nuestra comunidad con los más de $150 millones que recibió del gobierno federal para luchar contra la COVID-19. Esta pandemia requiere acción a todo nivel y de todos en nuestra comunidad. Si todos nos comprometemos a esa meta, vamos a ganarle a este virus.

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